Vietnam celebra la paz
Dos tercios de los 86 millones de vietnamitas nacieron después de 1975, y los jóvenes parecen hoy más interesados en la modernidad
Cantantes desconocidas y desgreñadas se contornean en el escenario, enlazan unas canciones con otras. En una mesa, un joven cirujano y su esposa, tras una agotadora jornada de trabajo, conversan con un fotógrafo y el dueño de una peluquería. En la mesa de al lado, un grupo de saigoneses empieza a hacerse pesado de tanto encharcarse en whisky. "Unos comerciantes", dice el peluquero. Son las diez de la noche en Hanoi, la capital de Vietnam (en el norte), y el Mosaic Night Club está casi lleno de clientes, divididos entre el deseo de volver a casa y el de pasar el tiempo.
El espectáculo puede parecer un poco cutre, aunque, hace tan sólo 10 años, tal ambiente era impensable en una capital austera y que se despertaba a la economía de mercado al servicio del socialismo. Vietnam se abrió a las inversiones extranjeras a finales de 1986. Ahora, el gigante Nike emplea a 130.000 obreros, y su cifra de negocios anual supera los 500 millones de euros. El país cuenta con 82 millones de habitantes. Dos tercios de ellos nacieron después de la victoria comunista en 1975. La renta per cápita anual se multiplicó por dos entre 1990 y 2000.
Las empresas privadas representan la cuarta parte del PIB y son las creadoras de empleo
"El problema es la ética, sobre todo entre los jóvenes", se inquieta un viejo ejecutivo del Partido Comunista (PC), también conocido por sus ideas liberales. "La corrupción, las drogas, la prostitución, el abandono de los valores...", explica. Esta dejadez le asusta. Otro veterano del PC destaca que las empresas privadas -que representan la cuarta parte del PIB y son casi las únicas creadoras de empleo- tienen que asociarse con capitalistas rojos, que él califica de "propietarios de inmuebles en el nombre del pueblo".
Como en China, las autoridades de Vietnam favorecen la empresa privada, aunque también controlan de manera estricta la prensa, las religiones y a los disidentes. Con la preparación del X Congreso del PC, previsto para 2006, las tensiones aumentan entre las facciones competitivas del partido.
"Los más conservadores se dicen preocupados de lo que pasó en Georgia, en Ucrania y, más recientemente, en Kirguizistán; sólo ven en ello manipulaciones de Occidente", dice un comunista que se espera, como cada cinco años, a un nuevo intento de bloqueo político.
Los jóvenes quieren construir el país y no tienen en cuenta los avisos contra el capitalismo. En una sociedad aún confucianista, esa ruptura está gestionada de manera práctica: al no discutir el discurso de los veteranos, los niños de las grandes familias comunistas viven cada vez más como lo desean.
"Durante casi un cuarto de siglo después de la liberación, no tuvimos plan general de desarrollo de Ciudad Ho Chi Minh. Se consiguió en 2000 y tiene mucha importancia", explica Nguyên Thiên Nhân, dinámico y joven vicepresidente del Comité Popular de Saigón, bautizada Ciudad Ho Chi Minh en 1975. "La ciudad", sigue Nguyên, "cuenta con más de seis millones de habitantes y aumenta en un millón más cada siete años. Es muy duro, sobre todo para la vivienda. Cuando la tasa de crecimiento económico ha sido de un 11,6% en 2004 y debería alcanzar el 12,4% este año, es necesario ser disciplinados".
La gran metrópoli y sus alrededores se han convertido en el primer polo de desarrollo económico del país; concentra el 40% del PIB, el 58% de la producción industrial y el 70% de las exportaciones. Un crecimiento acelerado suele empeorar las diferencias de rentas. Además, sobre todo en las regiones de los altiplanos del Sur o del Norte, pobladas de minorías étnicas pobres, la administración está en las manos de "pequeños jefes arrogantes y corruptos", asegura un experto europeo.
Los que huyeron de Vietnam en 1975 o en los años que siguieron tienen ahora su revancha; se han vuelto vitales para el país. Entre los más de dos millones de viet kieu -como llaman a los vietnamitas en el extranjero-, cuyos hijos estudiaron en universidades occidentales, los cerebros abundan y el dinero no falta, como lo recuerda la transferencia en 2004 de más de tres mil millones de euros a familiares que se quedaron en el país. "La oportunidad de recuperar a estos cerebros es única. Si las autoridades son sinceras, los viet kieu cooperarán. Pero si se trata de un juego del ratón y del gato, no funcionará", dice un veterano del PC.
En Hanoi, cerca del lago de la Espada-Restituida, preside una impresionante estatua del emperador Ly Thai Tô, fundador de la ciudad en 1009. El milenario de Thang Long, primer nombre de Hanoi, se celebrará en 2009. En Viet-Tri, una hora de carretera desde Hanoi, ya se celebró a mediados de abril la fiesta de los reyes Hung, fundadores legendarios, antes de la era cristiana, del país. Esta conmemoración, escribió un comentarista oficial, "exacerba el patriotismo y el orgullo nacional".
Las celebraciones de ayer han servido para situar a los comunistas en el linaje de los emperadores que defendieron Vietnam durante siglos. El desfile celebrado en Ciudad Ho Chi Minh no tuvo nada de marcial ni espectacular. "Celebraremos la paz, no la guerra", explica Nguyên.
© Le Monde / EL PAÍS
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.