"No tengo ningún inconveniente en celebrar matrimonios homosexuales"
Francisco de la Torre, de 62 años, es uno de los 16 alcaldes de capitales de provincia del PP que no han puesto problemas para cumplir la ley que permite los matrimonios homsexuales. En su caso, además, está convencido de que una medida así era necesaria para avanzar en la igualdad de derechos, y está dispuesto a celebrar las ceremonias para las que sea requerido.
Pregunta. ¿Está de acuerdo con la ley que permite los matrimonios homosexuales, o su posición sólo obedece a la obligación de acatarla?
Respuesta. Por un lado está que la legalidad evidentemente debe cumplirse. Pero por otra parte creo que en España tenemos pendientes algunas cuestiones, y una de ellas es cómo resolver la situación de personas que, dentro de su libertad y por razones que no tenemos por qué entrar a explicar, toman la opción de establecer una relación emocional estable con una persona de su mismo sexo. Creo que estas personas tienen derechos que deben ser regulados sobre mil cuestiones de convivencia, pensiones, patrimonio común, etcétera. Es opinable si se ha acertado plenamente con la regulación, y creo que se debía haber hecho más esfuerzo por el consenso.
P. ¿Hubiera votado entonces a favor de la ley como hizo su antecesora, Celia Villalobos?
R. No conozco en profundidad todos los matices de la ley para poder pronunciarme. Por ejemplo, tendría que profundizar más en reservas que tengo sobre la adopción. Pero que quede claro que mi postura es que se necesitaba una regulación.
P. Compañeros suyos de partido que opinan lo contrario han intentado boicotear la ley.
R. Me parece que es bueno que haya una pluralidad, y es difícil que haya una legislación apoyada al 100%. Lo que importa es que desde la estructura del Estado existan los medios para que la ley se pueda desarrollar, y eso está garantizado.
P. ¿Cree que cabría alguna figura de objeción de conciencia?
R. En este asunto no lo veo, creo que una objeción de conciencia cabe en relación a terceros a los que se pueda causar perjuicio o daño. Pero aquí hablamos de dos personas que, en su libertad, deciden una opción de vida con una estabilidad, seriedad y principios que pueden ser igual que los que se dan en el matrimonio heterosexual, y lo veo con la misma naturalidad. Creo que hay que respetar la libertad de conciencia de los demás.
P. Para usted la homosexualidad no es una tara ni una anormalidad.
R. No, por Dios, no, no se puede entrar en esas denominaciones.
P. ¿Qué reservas tiene hacia las adopciones?
R. Las tengo en general respecto a todas las adopciones, todas, y más en éstas sobre las que no hay precedentes. Hay que hacerlas con cuidado exquisito hacia la persona adoptada. No es una negativa total, sino una reserva.
P. Cualquier persona podía ya adoptar individualmente.
R. Es cierto, y supongo que quienes tienen la responsabilidad mirarán con especial cuidado las adopciones. Tenemos que avanzar mirando la experiencia de los primeros casos y lo que ha pasado en otros países.
P. ¿Celebrará bodas gays?
R. Si se me pide, no tengo ningún inconveniente en absoluto.
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