Schröder respalda a Chirac y llama a votar 'sí' a la Constitución
El presidente francés dice que su país puede quedarse en el andén "viendo pasar el tren"
El canciller alemán, Gerhard Schröder, pidió ayer a los franceses que no abandonen el proyecto europeo votando en contra del Tratado Constitucional en el referéndum del próximo 29 de mayo. Francia, "cuna" de la idea europea, dijo Schröder, "debe ser fiel a sus promesas". Los Gobiernos de París y Berlín celebraron ayer, en el sobresaltado marco del rechazo al proyecto de Carta Magna en las encuestas, su quinto consejo de ministros conjunto.
En la conferencia de prensa posterior, Schröder y el presidente francés, Jacques Chirac, se volcaron casi exclusivamente en defender el sí y advertir de las consecuencias catastróficas que a su juicio tendría un voto en contra. La última encuesta del diario Le Figaro trajo algo de alivio, reduciendo a un 52% el peso del no a un mes de la cita con las urnas.
"Hay que ser plenamente consciente de lo que está en juego", dijo el canciller. No es sólo la fuerza política y económica de Europa y su papel en el equilibrio planetario, sino la capacidad de Francia y Alemania para "hacer progresar a Europa", sostuvo. Para Schröder, la opción de Europa no sólo la dicta "la historia y la razón"; también es "una cuestión de corazón". Francia, añadió, que fue la "cuna" de la idea de una Europa unida tras "los horrores del fascismo", debe ser "fiel a sus promesas". El canciller alemán no quiso ni plantearse lo que podría suceder si Francia rechaza la Constitución. "Es una oportunidad histórica que debemos aprovechar si no queremos exponernos a los reproches de nuestros hijos y nietos", dijo. La Constitución alemana prohíbe taxativamente los referendos, por lo que será el Bundestag el que lo ratifique dentro de unas semanas.
Chirac mezcló, a partes iguales, las advertencias catastrofistas sobre una Francia aislada e impotente con precisiones sobre las ventajas que la Constitución otorga a los franceses. Rechazar el tratado supondría "interrumpir 50 años de construcción europea, de paz y democracia", y debilitar a Francia, que se "quedaría en el andén viendo pasar el tren", una situación "nada recomendable". Con la Constitución, el peso de Francia en las instituciones europeas aumenta considerablemente, "casi un 50%", y el peso conjunto de la pareja franco-alemana pasará del 18% al 30% de los votos en el Consejo europeo.
En un esfuerzo por calmar los temores de los franceses sobre las deslocalizaciones industriales y el dumping social que podrían derivarse de una liberalización de los servicios, Chirac y Schröder aseguraron que el proyecto de directiva europea que lleva el nombre del que fuera comisario Frits Bolkestein "está completamente descartado" y anunciaron una iniciativa conjunta "que no confunda los objetos con los hombres", en referencia a la liberalización de los mercados para los bienes, pero el mantenimiento de un control para los servicios, "en el que no se aplique el principio de las leyes del país de origen" y que establezca al alza y no a la baja las prestaciones sociales.
Como prueba de la potencialidad del eje franco-alemán, los dos gobiernos aprobaron ayer la creación de cuatro consorcios que agrupan a grandes empresas y las principales universidades y centros de investigación de ambos países para desarrollar proyectos de tecnología punta en el campo de la biomedicina y las tecnologías de la información, "a imagen del magnífico éxito de Airbus", dijo Chirac, consciente de la popularidad del A380, el mayor avión comercial, que hoy volará por primera vez en Toulouse.
En La Sorbona, por la tarde, Chirac insistió en que es en el ámbito de la investigación donde "se juega la batalla de la supremacía tecnológica" y también la del empleo y de la "supervivencia del modelo social, que necesita el crecimiento para ser financiado". Schröder, por su parte, insistió en que la Europa del futuro debe ser construida "sobre valores y no sólo sobre el mercado".
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