El sector aprueba un nuevo contrato para impulsar el mercado del vino

Productores y bodegueros han puesto en marcha el contrato tipo para las operaciones de compraventa en el sector del vino firmado por las organizaciones agrarias, cooperativas y las asociaciones de industriales Avimes y FEV. Este contrato ha sido promovido por el Ministerio de Agricultura y es una primera medida antes de aplicar el plan integral para el sector. El acuerdo será beneficioso especialmente para los vinos de mesa y de calidad más baja, cuyos precios han llegado a 1,70 euros por hectogrado para blancos y a menos de dos euros por hectogrado para los tintos.

Con este compromiso se quiere reactivar el mercado del vino a unos precios rentables para el industrial y para los productores, según el secretario general de Agricultura, Fernando Moraleda. El contrato, que es voluntario para los industriales, será indefinido si ambas partes lo apoyan.

Según las normas de competencia, el contrato no puede fijar precios mínimos. Sin embargo, ambas partes están de acuerdo en mantener unos precios que cubran los costes de producción y que podrían estar en el entorno de 1,90 euros por hectogrado para blancos y de 2,10 euros para los tintos. Agricultura hará un seguimiento de las bodegas que operen bajo el nuevo contrato y se estudia la posibilidad de que las bodegas que no actúen bajo este sistema no accedan a una serie de ayudas comunitarias.

Según este compromiso, ambas partes han reclamado un perfeccionamiento en los sistemas para analizar la calidad de los vinos. La puesta en marcha de un contrato homologado era una vieja pretensión de los productores para tratar de defender unos precios mínimos en origen y evitar el progresivo hundimiento de las cotizaciones por la existencia de un grave desajuste entre producción y oferta. Frente a una producción media de unos 49 millones de hectolitros, la demanda de vino en el mercado interior es de sólo unos 12 millones de hectolitros a los que se suman otros 12 millones para exportar, 6 millones para mostos y unos 7 millones que se destinan a otros usos, como vinagres.