_
_
_
_

Tuberculosis y sida en las cárceles

Pilar Bonet

Las prisiones rusas no están preparadas ni para combatir la tuberculosis, que existe en un gran número de establecimientos, ni tampoco el sida. El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Álvaro Gil-Robles, cuenta en su informe que en todos los establecimientos penitenciarios visitados había personas infectadas por el virus del sida que no recibían ningún tratamiento médico especializado.

El comisario describe el caso de un joven de una veintena de años internado en una celda disciplinaria en Plishkino, en la región de Irkusk, por haber participado en una pelea. El muchacho dio una explicación "bastante simple, terrible y banal a la vez sobre su "corta y trágica vida", escribe el comisario.

No tenía padre y su madre tuvo que sacarle adelante a él y a su hermano con muy poco dinero. Tras la escuela, la familia no pudo pagar sus estudios. "De todas maneras, tengo el virus del sida y pronto me moriré", comentó el chico al comisario español. Éste comprendió entonces que el joven no conocía siquiera las terapias modernas que permiten a las personas infectadas seguir viviendo.

Por otra parte, en la Duma (Cámara baja del Parlamento) hay propuestas para penalizar la homosexualidad y está en alza la homofobia, alimentada por el nacionalismo ruso y la actitud de la Iglesia ortodoxa.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_