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BELLEZA

Hombres vulnerables

Picores, ardor, rojeces, irritabilidad: la piel masculina también puede dar muestras de ser excesivamente sensible. Para todos los que sufren estos problemas, productos, tratamientos y cuidados específicos se convierten en un ritual diario e imprescindible. En el afeitado, en el cuerpo y en el rostro.

El estilo de vida actual (cambios de temperatura, contaminación, estrés, alimentación desequilibrada, prisas, viajes en avión…) debilita la piel del hombre volviéndola sensible y creando una sensación de incomodidad. En ocasiones, incluso los que nunca han tenido ningún problema se encuentran con un brote de sensibilidad sin motivo aparente. Los problemas más frecuentes que presentan este tipo de pieles son rojez, irritación, picor o inflamación. A todo ello hay que añadir la agresión diaria del afeitado, que se convierte en un enemigo en potencia. La piel se vuelve vulnerable, se reseca y se cuartea. La zona de la barba, el entrecejo, el nacimiento del pelo, las aletas de la nariz, la zona de detrás de las orejas, las axilas y el pliegue del codo suelen ser los lugares más problemáticos. Acudir al dermatólogo y utilizar productos adecuados de higiene (sin perfume, conservantes o alcohol) son normas a seguir. La constancia en su utilización y no exponerse al sol ni a temperaturas extremas ayudan a mantener la sensibilidad bajo control.

Una cosmética diferente; más suave. Sometidos a test de alergia efectuados bajo control médico, sin alcohol, sin perfume, sin colorantes y sin grasa, pero hidratantes. Así deben ser los cosméticos masculinos específicamente formulados para las pieles más sensibles. Por ejemplo, la estación termal de Avène (en el sureste francés) está especializada en el tratamiento de dermatitis crónicas. A su balneario acuden más de 2.000 pacientes cada año con inflamaciones en la piel, sequedad crónica, prurito intenso e intolerancia a cremas y lociones. "El protocolo a seguir es una cura que comporta prácticas termales como los baños de 20 minutos con agua termal, duchas submarinas, filiformes y cura de bebida con propiedades inmunomoduladoras. Y, en los casos de sensibilidad facial, aplicamos máscaras empapadas en agua termal de Avène", según nos explica el doctor Guerrero, dermatólogo en Béziers (Avène).

Afeitado, violencia diaria. Este ritual es una verdadera prueba para esta piel maltratada diariamente y agredida regularmente. Todo ello conlleva la destrucción del filme hidrolipídico y un rostro seco, con irritaciones y picores. La piel se vuelve especialmente vulnerable a las infecciones microbianas y los cortes pueden crear un riesgo adicional de infecciones locales, como la foliculitis de la barba. De ahí la importancia de un tratamiento de afeitado que combine precisión y suavidad con efecto calmante e hidratación. Las pautas que nos brinda el dermatólogo Eduardo López Bra son las siguientes: "Para facilitar el afeitado diario a esas pieles sensibles y con problemas, aconsejo utilizar productos, tanto pre como pos afeitado. Es decir, no sólo after shave, sino también un cosmético que ablande la barba antes de afeitarse para que la cuchilla se deslice con suavidad y sin agresión. Después, una crema o loción que hidrate y calme, y, por último, si se va a permanecer al aire libre, un producto de protección solar".

No sólo en la cara. Hay que tener en cuenta que la piel de todo el cuerpo puede llegar a presentar la misma sensibilidad. Los hombres que sufran problemas de eczemas, dermatitis atópica o psoriasis deberán extremar las precauciones en todo su cuerpo y utilizar productos específicos también durante y después de la ducha. Los geles, las cremas corporales, e incluso el desodorante, deben ser especiales, ya que los brotes de erupción suelen aparecer generalmente en las axilas, codos o rodillas. El doctor López Bra manifiesta que a su consulta acuden cada vez más pacientes masculinos con dermatitis atópica o sequedad extrema en el cuerpo. "Deportistas, ciclistas u hombres que van al gimnasio con regularidad son los más afectados. El cloro de las piscinas (irritante), las inclemencias ambientales al realizar deporte al aire libre (sol, viento, frío) o la sudoración excesiva que se produce al realizar ejercicio son los desencadenantes de una alteración en el filme hidrolipídico. Por ello es necesario restaurar el manto ácido y la grasa de la piel con una hidratación tópica complementaria".

Al aire libre

Si se acude a la montaña, hay que tener en cuenta que, aunque no haya sol, entre un 60 y un 80% de los rayos UVA UVB atraviesan las nubes. Por tanto, las pieles más sensibles deben protegerse diariamente el rostro, tanto para prevenir posibles quemaduras como para evitar rojeces y sequedad provocadas por el viento y el frío. Al practicar deporte, esta protección debe ser extrema, es decir, el producto debe tener IPF o SPF de 25, como mínimo. Y mucha atención también para los que practican golf, ciclismo o tenis. En esos deportes la protección solar se hace imprescindible.

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