"Agonía e intenso sufrimiento"

Los ocho casos en los que la Comisión de Seguimiento de Enfermos Terminales consideró que los enfermos recibieron sedaciones no indicadas o con dosis excesivas no son aceptados como tales por los médicos de urgencias o el jefe de Anestesia y de la Unidad del Dolor, Joaquín Insausti. Estos médicos se quejan de que el hospital y la Consejería de Sanidad tienen en su poder un documento en el que los facultativos que indicaron la sedación justifican su decisión. "El director médico nos remitió una nota por registro en la que nos exigía en 72 horas que explicáramos nuestra decisión. Así lo hicimos también por registro. Sanidad debe tener estos documentos en su poder, algo de lo que hasta ahora no ha dicho nada", se queja Insausti.

Uno de los casos sobre los que el director médico exigió aclaraciones, considerado por la Comisión como "sedación no indicada, dosis inadecuadas" corresponde a una mujer de 89 años que sufría alzheimer y "edema pulmonar agudo". "La familia se niega a una nueva transfusión", consta en la respuesta, que añade que la paciente sufre "importante deterioro cognitivo", "situación agónica" e "intenso sufrimiento". "Tras obtener consentimiento informado de la familia, considero justificada la sedación", concluye la respuesta.

Otro paciente sufría "mala situación, con tensión indetectable", pasó la "noche muy dolorido, quejoso, angustia, agonía". "Alcanza 12 puntos sobre 12 en la tabla de valoración de riesgo de fallecimiento", "moribundo". El médico también consideró en este caso justificada la sedación, aunque no consta si obtuvo por escrito el consentimiento informado de los familiares.

Dos pacientes más estaban en situación de "coma arreactivo", lo que, junto al caso de alzheimer, ha sido considerado por Sanidad como uno de los indicios más importantes de las supuestas irregularidades cometidas en Leganés.

Sin embargo, el presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, Xavier Gómez Batiste, avaló el pasado 31 de diciembre estas sedaciones: "Aplicar la sedación a enfermos terminales que están en agonía durante un coma o a enfermos con alzheimer terminales que tienen delirios es una práctica de libro", declaró.

En total, las actas recogen seis casos de "sedación no indicada" y dos de "exceso de dosis iniciales". Éste último extremo también es discutido por los médicos de urgencias e Insausti.

"Las recomendaciones fijan unas dosis para pacientes terminales. Estas dosis deben ser consideradas como orientativas, porque cada paciente es distinto y lo que para uno es excesivo, para otro es insuficiente. No olvidemos que las propias Recomendaciones dan margen de actuación a los médicos. Lo que hizo la Comisión fue considerar como incidencia todas las dosis que superaban lo indicado por las Recomendaciones", explica Insausti.

En cuatro de estos ocho casos, los médicos no pudieron informar con detalle de su decisión "porque las historias clínicas no fueron encontradas".

La propia Comisión recoge este extremo en su última reunión, celebrada el 27 de diciembre. "La intención de esta Comisión era revisar las aclaraciones remitidas [por los médicos] junto con una nueva revisión de cada historia. En el momento de la reunión sólo está disponible una historia, por lo que se decide posponer dicha revisión para una próxima reunión". Esta reunión, según los médicos, no llegó a celebrarse.