Los temporales dispararon el consumo de gas un 28% y el de electricidad un 7,6%

La primavera comenzó el pasado domingo, pero había entrado prácticamente de golpe una semana antes. Euskadi ha pasado este año de la nieve y el frío ártico al sol y el calor casi sin transición. La temperatura media en Euskadi ha sido este invierno de 7,6º, una de las más bajas de los últimos 50 años. Vizcaya cerró febrero con la temperatura media más baja de las últimas cuatro décadas. En Guipúzcoa se soportó el mismo mes una media de 5,1º, apenas dos décimas más que en 1965. En Álava la media, 2,4º, no era tan baja desde 1983, cuando se registró un décima menos.

Estos temporales de frío se han traducido en un considerable incremento en el consumo de gas y electricidad en el País Vasco, y en consecuencia en el gasto de las familias en calefacción. Las puntas máximas de consumo, siempre en pleno invierno, han batido este año todos los récords.

Los incrementos han sido de tal magnitud que Enagas, el operador que regula el mercado de gas natural, ha debido cortar el suministro a los clientes que tienen un contrato interrumpible. Los cortes se han producido incluso con más gas en el sistema en el conjunto de España del que estaba inicialmente previsto.

Las puntas de consumo van a incrementarse en el futuro, según fuentes del sector, que consideran que el sistema debe reformarse completamente para aumentar su capacidad de entrada de gas y, sobre todo, de distribución.

La evolución de la demanda de gas natural en Euskadi muestra una tendencia de crecimiento constante debido a la extensión de las redes de suministro y la conexión de nuevos usuarios a las mismas. Desde 1992, el consumo interior bruto de gas natural se ha multiplicado por tres, y supone ya el 29% del total de energía que consumen los vascos. De este total, el sector energético representa el 37%, repartido en proporciones similares entre las centrales termoeléctricas y la cogeneración. La industria supone el 50% de la demanda, y el sector terciario y los consumidores indivisuales el 13%.

En 2003, se puso en marcha en el Puerto de Bilbao Bahía Bizkaia Gas, la planta regasificadora, y Bahía Bizkaia Electricidad, una central de ciclo combinado, con lo que la demanda de gas natural creció un 27% respecto a 2002.

El conjunto del sector energético vasco se halla en transformación. El Gobierno quiere impulsar el autoconsumo antes de 2010. Con este fin ha puesto en marcha un plan para reestructurar todo el sector de generación.

El Ejecutivo promueve el cierre paulatino de 1.130 MW de potencia instalada de las centrales térmicas convencionales, para sustituirlas por 2.800 MW de instalaciones más competitivas y menos contaminantes de ciclo combinado de gas natural y 1.500 MW de instalaciones de cogeneración y producción renovable. La idea es lograr un ligero saldo neto exportador.

Más allá de la energía, los temporales supusieron unos costes difíciles de calcular. Las patronales y las cámaras de comercio aseguran no tener datos sobre el coste que el frío ha supuesto para la economía vasca. Pese a todo, la sensación en estos organismos es que ha afectado, especialmente en la construcción. Las obras públicas se pararon por culpa de la nieve y el hielo y se acumuló cierto retraso. A ello debe añadirse la imposiblidad de miles de personas por llegar a tiempo -o siquiera acudir- a sus puestos de trabajo.

[El consumo energético de las empresas industriales vascas alcanzó en 2003 los 740,6 millones de euros, lo que representa un aumento del 2,7% con respecto a 2001, según los últimos datos de que dispone el Instituto Nacional de Estadística. Esta cifra supone que la industria de Euskadi absorbió el 10,5% del consumo energético realizado por el conjunto de la industria nacional. El País Vasco fue la tercera comunidad autónoma donde las empresas industriales consumieron más energía, tras Cataluña y la Comunidad Valenciana].