El más listo suele ganar
La eliminatoria se resolvió con un gol en dos partidos jugados. El más listo se llevó el botín y el que hizo su juego venció. El italiano ganó. Joaquín Caparrós se tiró con cara de malo desde su llegada a Parma. De malo, no de cabreado, que esa la tiene puesta desde principios de enero. Quería que su gesto se les contagiara a los suyos, que acabaran amedrentando a un equipo con la puñalda dada en el alma como es el Parma.