"¿Qué es mejor para el enfermo, dejarle morir con dolor o sedarlo?"
El relevo del jefe de urgencias del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) por dos denuncias anónimas que le acusan de acortar la vida a enfermos terminales ha desatado las críticas de la Organización Médica Colegial (OMC), la institución que agrupa a todos los colegios de médicos. Sólo una investigación "hasta el final" dejará tranquilo a su presidente, Guillermo Sierra, traumatólogo nacido en Arredondo (Cantabria) en 1946. La OMC ha acusado al gerente del hospital de destituir al jefe de urgencias "sin pruebas" y "precipitadamente".
Pregunta. ¿Se han tramitado bien las denuncias?
Respuesta. Lo primero que hay que tener en cuenta es que ni la Ley de Enjuiciamiento Criminal ni la de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas permiten las denuncias anónimas. No sabemos por qué en este caso sí se le ha dado crédito. Hay que explicar por qué en este caso se tramita una denuncia anónima.
"Se ha puesto en entredicho a un hospital y un profesional sin que hasta ahora se haya demostrado que hayan hecho nada mal"
P. La denuncia fue trasladada a la Fiscalía por el consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela. ¿Quiere decir que actuó mal?
R. Lo que quiero decir es que queremos saber si han actuado así porque existen más datos. Por eso exigimos que se haga una investigación hasta el final de todos los que han estado involucrados en este caso, tanto por parte del hospital, como el médico y la Administración.
P. ¿Tendría que haberse mantenido en secreto el caso?
R. Lo que no puede ser es que se haya puesto en entredicho a un hospital y a un profesional que hasta ahora no se ha demostrado que hayan hecho nada mal, cuando ni siquiera se han dado los nombres de los notarios implicados en la trama de lavado de dinero descubierta en Marbella.
P. Las denuncias se basan en datos de las historias clínicas. ¿Qué le parece su uso?
R. El uso de las historias clínicas fuera de los hospitales está contra de la Ley de Autonomía del Paciente de 2002, y esto también habrá que investigarlo. Que haya historias clínicas circulando fuera del hospital es muy grave. Los pacientes tienen derecho a tener la seguridad de que sus historias clínicas no van a estar por ahí. Esto puede tener consecuencias muy serias para ellos. Por ejemplo, si van a hacerse un seguro o una hipoteca y el banco o la compañía de seguros tienen una información que diga que tienen unas determinadas dolencias pueden negarse a hacérselo.
P. Quizá la alarma creada se deba al uso de la sedación paliativa. ¿En qué consiste? ¿Puede confundirse con la eutanasia?
R. La sedación es una práctica completamente legal que tiene como objetivo evitar que un enfermo se enfrente a un desenlace fatal con dolores o angustia en una situación nada deseable. Entonces se le da productos calmantes que sabemos que algunos pueden acortar la vida. Pero ¿qué es mejor para el enfermo, dejarle morir con dolor y llanto o sedarlo? Es una obligación del médico atender el bienestar del paciente hasta el final. Esto no tiene nada que ver con la eutanasia, que está prohibida y en la que se suministran los medicamentos con el único fin de acabar con la vida.
P. Entonces, ¿los cuidados paliativos son una garantía contra el encarnizamiento terapéutico?
R. Efectivamente. Nosotros siempre hemos sido contrarios al encarnizamiento terapéutico, entendido como prolongar artificialmente la vida cuando ya no hay ninguna esperanza. En España tuvimos la experiencia de un jefe de Estado con el que se hizo por motivos políticos [Francisco Franco], y resulta inhumano.
P. ¿Hay alguna ley que fije los límites de la sedación?
R. Están los límites del Código Penal, pero además la regulación está en los protocolos de las unidades de cuidados paliativos. Por eso apoyamos que todos los hospitales las tengan, porque lo que hacen es tratar a esos enfermos y a su entorno familiar. También hay que destacar que la decisión de llegar a la sedación o de dar calmantes no la toma un médico solo; la toma todo un equipo teniendo en cuenta la opinión del paciente y su entorno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Caso Sedaciones Irregulares
- Urgencias
- Medicina dolor
- Colegio médicos
- Eutanasia
- Hospital Severo Ochoa
- Muerte digna
- Médicos
- Enfermos terminales
- Hospitales
- Personal sanitario
- Medicina paliativa
- Casos judiciales
- Enfermos
- Madrid
- Comunidades autónomas
- Asistencia sanitaria
- Especialidades médicas
- Medicina
- Política sanitaria
- Comunidad de Madrid
- Administración autonómica
- Sanidad
- Problemas sociales
- España