Brasil inicia el mayor ensayo del mundo con células madre

Brasil iniciará en marzo el mayor ensayo clínico realizado hasta ahora en el mundo con células madre y se dirigirá al tratamiento de enfermedades cardiacas. Para ello serán seleccionadas 1.200 personas en 40 centros de investigación médica de todo el territorio nacional. Las células madre se obtendrán de la médula ósea del propio paciente. Si al cabo de tres años se demostrara la eficacia de la técnica, la nueva terapia podrá ser practicada en todos los hospitales y centros médicos públicos del país.

Según el ministro de Sanidad, Humberto Costa, el nuevo método podrá generalizarse aún antes de que termine el ensayo si los resultados lo justifican. Las enfermedades cardiovasculares son ya la primera causa de muerte en el país.

La red Globo dio la noticia con gran relieve en el informativo de la noche del martes, seguido por 40 millones de espectadores, mostrando con gráficos la técnica que será usada para inyectar las células madre en el corazón del paciente. El ministro Costa oficializó ayer la noticia en el Instituto Nacional de Cardiología de Larangeidas, en Río de Janeiro.

Las células usadas serán extraídas de la médula ósea del propio paciente. La médula ósea contiene células madre capaces en ciertas condiciones de transformarse (diferenciarse) en células del músculo cardiaco. El objetivo es que sirvan para reparar las zonas dañadas por un infarto. Al obtenerse del propio paciente, queda eliminado el problema del rechazo inmunológico.

Intervendrán en el ensayo pacientes con cuatro tipos de afecciones cardiacas: infarto agudo de miocardio, isquemia crónica del corazón (riego deficiente de este órgano), cardiomiopatía dilatada (debilitamiento del músculo cardiaco) y cardiomiopatía dilatada originada por el mal de Chagas, una enfermedad parasitaria que afecta a 20 millones de personas en Latinoamérica. Los pacientes serán distribuidos en cuatro grupos según estos tipos de dolencia.

Quienes deseen participar en el experimento deberán dirigirse a uno de los 40 centros designados por el ministerio en 10 Estados del país. Los pacientes no podrán escoger entre el tipo de terapia tradicional y el nuevo de las células madre, para evitar que puedan ser influidos psicológicamente por la novedad de la terapia. Es el llamado "método ciego".

Los primeros ensayos piloto ya han mostrado que la técnica no induce rechazo inmunológico ni presenta efectos secundarios sustanciales. En los últimos años se han hecho ensayos similares en Estados Unidos, Alemania y España, pero nunca con estas dimensiones.

Las cuatro clases de enfermedades cardiacas incluidas en el ensayo afectan a cuatro millones de brasileños. Según el ministro Costa, si la nueva terapia se demostrara eficaz podrían evitarse más de 200.000 muertes por motivos cardíacos en los próximos años. La Comisión Nacional de Ética en las Investigaciones aprobó la semana pasada el proyecto del Ministerio de Sanidad.

La noticia fue recibida con aplausos por la opinión pública brasileña, acostumbrada a las grandes contradicciones de este país, pionero en muchas batallas científicas como las investigaciones sobre el genoma, y con una medicina privada de una calidad comparable a la del Primer Mundo, pero al mismo tiempo con una de las distribuciones de renta más injustas del planeta y una medicina pública sólo usada por los más pobres del país.

Quizá contagiado por la buena noticia, el presidente Luiz Ignàcio Lula da Silva se dirigió ayer a los jueces del Tribunal Supremo para asegurarles que éste será el siglo de Brasil. "Si el siglo XIX fue el siglo de Europa y el siglo XX el de los Estados Unidos de América, el XXI podrá ser el siglo en el que Brasil entre definitivamente en la historia de los países desarrollados tanto en el ámbito judicial como en el económico y el social", dijo Lula a los magistrados.