La saturación en la atención primaria alienta el descontento

El conflicto hospitalario no ha descendido aún a la atención primaria, pero el descontento crece. La media de pacientes asignados por médico de cabecera debe ser de 1.800, según el acuerdo laboral pactado, pero sigue habiendo médicos con más atención. En tiempos de José Manuel Freire como consejero de Sanidad (1987-1991) el Parlamento vasco aprobó una resolución nunca aplicada para que los mayores de 65 años computaran por dos en los listados de pacientes. Los médicos de atención primaria ven 140 enfermos semanales de media, según Osakidetza.

María Jesús Fernández, médico de atención primaria y delegada de UGT destaca que el número de pacientes y médicos se matiene por mucho que Osakidetza abra los centros de salud por la mañana y por la tarde. "Con la misma plantilla la situación no varía", indica

En atención primaria la situación es variopinta. No es lo mismo trabajar en un centro de salud de una gran capital que ser el médico de un pueblo. Probablemente el número de pacientes de este último es inferior pero cuenta con otro tipo de problemas. Rafael Gracia, médico de atención primaria en Amurrio y coordinador de la Plataforma 10 minutos en Euskadi recuerda que al hablar de la media de toda la atención primaria vasca no se observa de forma correcta las desviaciones del sistema. Esta premisa no le impide seguir reclamando una media de por paciente en atención primaria de 10 minutos.

Gracia es consciente de que 10 minutos es una cifra simbólica, "es un lema", y que hay pacientes que se pueden despachar en menos tiempo, pero que hay otros muchos que precisan más y que actualmente la media no cuadra. Según los datos de Osakidetza, facilitados por UGT, la media por visita en Euskadi está entre seis y siete minutos. Los cálculos sindicales y de la Plataforma 10 minutos dicen que para llegar a la media deseada cada médico debería contar con 1.300 pacientes potenciales asiganados, 500 menos que los actuales. Gracia recuerda que todavía hay facultativos con 2.700, aunque son los menos. "No se trata de cupos para trabajar menos sino para atender mejor", apunta.

Para los profesionales de la atención primaria el problema es el dinero y la visión de la sanidad desde criterios exclusivamente economicistas. La jornada teórica de trabajo es de siete horas diarias en las que hay que atender a los enfermos, hacer sesiones clínicas, dedicarse a la formación y al estudio de los casos clínicos y realizar las visitas domiciliarias. ¿Es posible? La respuesta de los profesionales es negativa. "Vemos deterioro, salvo el voluntarismo de cada uno, y alargando la jornada porque la asistencia en la consulta come el 100% de la tarea", dice Gracia quien remata su argumento apuntando el "cansancio del personal": "Hay desmotivación entre la gente de 40 años".

Desde la Plataforma 10 minutos se destaca que el deterioro de la atención primaria ha llegado por cinco factores. En primer lugar, por el envejecimiento de la población. En segundo lugar, porque se controlan mejor las patologías crónicas. "Hay muy pocos pacientes con diabetes, por ejemplo, y sin control", señala Gracia. En tercer lugar, por las nuevas consultas. Al médico le llega ahora desde la persona que quiere dejar de fumar hasta las mujeres maltratadas, el mobbing y el bulling. "Son problemas nuesvos que hay que atender y precisan tiempo", dice Gracia. En cuarto lugar, la llegada de inmigrantes que no traen nuevas patologías, pero exigen un esfuerzo de comunicación. "En ocasiones llegan acompañados de familiares que hacen de interpretes y también se necesita tiempo", asegura. Por último, Gracia recuerda que nunca la población ha estado tan sana y ha necesitado más atención. "Llegan un montón de patologías banales", afirma.

"Lo vemos todo y además debemos de verlo, pero con tiempo". "El problema es que no hay nuevas dotaciones de plantillas", apunta Ana Pérez, responsable de Sanidad de UGT.

Si se observa el gráfico de datos comparativos de la OCDE al que se han añadido los datos facilitados por Osakidetza la media de pacientes semanales es inferior a la española, pero muy superior a la de países con un sistema sanitario similar. Lo mismo pasa con la cifra de consultas de más de diez minutos, el 26,6%, inferiores a las de Portugal, Finlandia o Suecia. El Servicio Vasco de Salud no ha facilitado los días de espera en atención primaria, pero UGT asegura que las urgencias se atienden en el día pero el resto se demora en ocasiones de media cuatro días.

Otro de los problemas de la atención primaria es el de acceder al especialista. Las listas de espera se sortean con el favor personal. Tanto Gracia como Fernández señalan que cuando lo necesitan se saltan el sistema y piden al compañero como un favor que atienda a un enfermo.