El 58% de las recetas médicas dispensadas el año pasado por el SAS eludió las marcas comerciales
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Casi seis de cada diez recetas prescritas el año pasado por los médicos del SAS incluía el nombre del principio activo -y no una marca comercial- necesario para actuar ante una dolencia. Para 2005, el objetivo fijado por el SAS es aumentar la cifra hasta el 65% de todas las recetas expedidas por médicos de atención primaria y especialistas. Es una de las medidas sobre las que descansa la política de control del gasto farmacéutico en Andalucía, que el año pasado creció un 6,13%. La prescripción por principio activo, vigente desde 2001, ha permitido ahorrar 54 millones.
El secretario general del SAS, Antonio Peinado, defiende que las medidas de uso racional de los medicamentos proporcionan un "margen suficiente" para controlar el gasto farmacéutico que hace "innecesario" el copago o impuestos específicos. Andalucía, explicó Peinado, trabaja en una nueva propuesta para presentar en el Consejo Interterritorial de Salud, que propone que el pago de los medicamentos se realice teniendo en cuenta su valor terapéutico "y ninguna otra consideración". "Sólo con seleccionar bien los medicamentos y acordar un precio coherente sería suficiente para garantizar la sostenibilidad de la prestación farmacéutica", indicó.
Los 1.617 millones de la factura farmacéutica del año pasado en Andalucía significaron un crecimiento del 6,13% -la media estatal fue del 6,4%-, un porcentaje que está aún lejos del que los gestores sanitarios aspiran a lograr. "En ningún caso debería subir más que el aumento del presupuesto que nos pongan porque nos obliga a detraer recursos de otro lado", explicó Peinado, que citó también el comportamiento de los precios como otro referente económico.
A pesar de que la contención a estos niveles parece aún lejana, el director general del SAS mostró su satisfacción por el funcionamiento de las medidas de uso racional del medicamento en Andalucía, iniciadas hace 13 años. Peinado elogió a los médicos por contribuir a la contención de este gasto, como prueba la extensión de la prescripción por principio activo, recomendada por la Organización Mundial de la Salud. De los 133 millones de recetas dispensadas el año pasado por los facultativos del sistema sanitario andaluz, el 58% omitían una marca comercial concreta y, en lugar de ello, incluían el principio activo.
Si se tiene en cuenta sólo el ámbito de la atención primaria, la cifra se eleva al 60%. En atención especializada, donde el SAS pretende incidir este año, sólo se dispensaron de este modo el 28% de las recetas. El objetivo marcado por la Administración sanitaria para este ejercicio es lograr que se extiendan el 65% de las recetas con datos del medicamento sin concretar una marca comercial.
Esta medida, adoptada desde septiembre de 2001, ha permitido un ahorro de 54 millones de euros, según Peinado, que también elogió a los colegios farmacéuticos andaluces con los que se negociaron los precios máximos de financiación para este tipo de prescripción.
Receta electrónica
El responsable del SAS alabó asimismo a los farmacéuticos por su respaldo a la receta electrónica, que se ensayó durante 2004. "Es el más avanzado de los existentes en Europa y así lo han reconocido países con gran desarrollo tecnológico como Suecia o Francia", según el SAS. Este proyecto, que se estrenó de forma experimental en el barrio sevillano de Torreblanca, agiliza la dispensación de medicamentos a enfermos crónicos, que no tienen que acudir continuamente a su centro de salud para obtener su receta.
Huelva ha sido la primera capital donde se ha extendido, a la que seguirán Almería, Jaén, Córdoba, Cádiz, Sevilla, Granada y Málaga. El SAS pretende que esté completada la red antes del próximo verano. En la actualidad hay 16.000 pacientes que ya se benefician de ella.
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