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El Instituto de Toxicología detecta elevadas concentraciones de cadmio en Abandoibarra

Un informe entregado al juzgado constata que supera hasta diez veces el límite tolerable

El Instituto Nacional de Toxicología ha detectado residuos tóxicos de cadmio en tierras extraídas del solar de Abandoibarra, la principal zona de expansión en Bilbao, que superan hasta diez veces los niveles tolerables establecidos por el Gobierno vasco. El informe, elaborado en noviembre, señala que las concentraciones de cadmio halladas "pueden requerir intervención" en los suelos afectados. La asociación ecologista Lur Maitea ha pedido al juzgado que investiga el caso que se paralice el traslado de tierras desde Abandoibarra, que prosigue actualmente.

La existencia de tierras contaminadas en Abandoibarra fue objeto de una denuncia por parte de Lur Maitea en junio por un presunto delito contra el medio ambiente. En ella, afirmaba que la empresa constructora Enrique Otaduy trasladó materiales tóxicos desde el solar bilbaíno hasta una finca rural en Zamudio. La asociación aportaba dos informes técnicos elaborados por las empresas Idom y Adirondack, que concluían la existencia de diez productos tóxicos como aluminio, arsénico, cadmio, cobre, cromo, mercurio, níquel, plomo, zinc y sulfuros.

Además de la existencia de suelos tóxicos en Abandoibarra, los ecologistas censuraban su traslado al vertedero de Zamudio en un área rural, "lo que es ilegal", y ubicado junto a un arroyo, con el riesgo de que los lixiviados (los materiales solubles arrastrados por el agua de lluvia) se filtrasen al cauce. Junto a ello, acusaba de otro delito ecológico a la constructora por el almacenamiento de los desechos "durante un tiempo sin precisar" en el solar bilbaíno.

La querella llevó al Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao, encargado del caso, a ordenar a la Policía Municipal de Bilbao y la Guardia Civil que investigasen los hechos. La Ertzaintza también intervino en las diligencias cuando estuvieron en el Juzgado número 3 y, como publicó este diario, zanjó la investigación con dos llamadas telefónicas a la constructora denunciada. Los responsables respondieron que las tierras no estaban contaminadas y, tras ello, los agentes realizaron una tercera llamada al Ayuntamiento de Zamudio, que les aseguró no tener "constancia" de la presunta contaminación. El informe policial, de poco más de un folio, no aportaba más actuaciones.

El juzgado llegó a paralizar, durante unos días en julio, el traslado de tierras desde Abandoibarra a la finca de Zamudio. Las diligencias continuaron con la toma de muestras de los materiales, tanto en Bilbao como en Zamudio, por parte de la unidad medioambiental de la Guardia Civil, que presentó los análisis en julio pasado al Instituto Nacional de Toxicología.

El organismo analiza, en un informe fechado el pasado 8 de noviembre, ocho sustancias procedentes tanto de la finca de Zamudio como del solar de Abandoibarra. El estudio destaca la concentración de cadmio, "que se encuentra por encima de 0,8 ppm (partes por millón) en todas las muestras", que es el valor que el Gobierno vasco define como "el concepto de alteración perjudicial del suelo". En concreto, las muestras tomadas en la finca de Zamudio se refieren a concentraciones de entre 1,8 y 5,9 ppm, mientras que en Abandoibarra oscila entre 4,2 y 7,4, lo que supone casi diez veces más. El informe añade que estos datos "pueden requerir intervención dependiendo del uso al que se destine dicho suelo".

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La asociación Lur Maitea ha pedido al juzgado que inste a su vez al Instituto de Toxicología a realizar nuevos informes sobre otros materiales tóxicos "como el mercurio y cromo, que no aparecen en el estudio", afirmó ayer su portavoz, Consuelo Elosua. Agregó que únicamente con las concentraciones halladas de cadmio "habría sido suficiente para no dejar construir y no verter los residuos en un área virgen".

"Connivencia"

Este grupo ecologista se refirió a una "connivencia" para obtener "pingües beneficios" entre el Ayuntamiento de Bilbao, la sociedad Bilbao Ría 2000 que vendió los terrenos, la constructora Otaduy, la sociedad pública ambiental Ihobe y el Ayuntamiento, "que lleva ocho meses sin contestar ni aportar lo requerido por el juzgado". Lur Maitea añadió que existe un "gran pelotazo inmobiliario" del que se benefician empresas como la constructora Vallehermoso, a la que reprochó que siga con el traslado de materiales tóxicos "a un nuevo lugar que al día de hoy desconocemos".

Un portavoz de la sociedad Bilbao Ría 2000 aseguró ayer que, según los datos del Gobierno vasco, el área estaba limpia y no figuraba en el censo de suelos potencialmente contaminados elaborados por el Ejecutivo. La sociedad Ihobe, dependiente del Departamento de Medio Ambiente, aseguró, cuando se destapó este asunto, que desconocía el traslado de tierras contaminadas a Zamudio y que el Ayuntamiento de esta localidad sólo le pidió datos para acondicionar el vertedero donde dejaron las tierras.

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