El tribunal de cuentas navarro ve deficiencias contables en el Museo Oteiza
La Cámara de Comptos, el tribunal de cuentas de Navarra, considera "muy deficiente" la gestión contable y presupuestaria de la Fundación Museo Oteiza, que gestiona el legado que el escultor guipuzcoano, muerto en abril de 2003 a los 94 años, cedió al pueblo navarro en 1992. El organismo auditor constata en un informe, que le fue encargado por el Parlamento foral a iniciativa de IU, que la fundación no llevó una contabilidad ni aprobó cuentas de ningún ejercicio entre 1996 y 2001 y que al recibir la obra del escultor "tampoco existía un inventario de las piezas cedidas ni una valoración de la misma".
El tribunal añade que la primera vez que se presentaron cuentas fue en 2002 y precisa que el año pasado se efectuaron pagos duplicados por casi 50.000 euros. Tras analizar la documentación, ha comprobado que no existe ningún informe que explique la desviación en el precio final de la construcción del Museo Oteiza de Alzuza (Navarra) ni el retraso de dos años y medio en la conclusión de sus obras, recibidas en mayo de 2003.
Diez millones más
La adjudicación del museo se cifró en 565,71 millones de pesetas (3,4 millones de euros), pero el Gobierno foral terminó pagando más de 13 millones de euros entre 1993 y 2003, distribuidos entre la obra del recinto (4,3 millones de euros), su urbanización exterior (2,1 millones) y la rehabilitación de la vivienda del artista (un millón).
La Cámara de Comptos insta a la fundación a cumplir la normativa vigente, critica su absoluta dependencia económica del Gobierno regional y le pide que busque fuentes alternativas de financiación. Recomienda finalmente a los ocho miembros de su patronato gestor, enfrentados en una maraña de denuncias desde hace años, que busquen el consenso en sus diferencias "ya que es prácticamente imposible un funcionamiento eficaz con la actual división".
La directora general de Patrimonio Cultural de Navarra, Camino Paredes, secretaria del patronato, ha alegado que la inexistencia de una aprobación formal de cuentas se debió a que "el Gobierno navarro se hacía cargo de la suficiencia financiera" del ente, que tiene naturaleza privada, aunque casi el 100% de sus ingresos ha procedido desde su creación de los presupuestos de la comunidad autónoma.
El tribunal también recomienda a la fundación que busque la rentabilidad económica del legado de Oteiza, compuesto por más de 3.000 piezas escultóricas, grabados y dibujos, así como miles de documentos. El patronato ha permanecido los últimos años radicalmente dividido en dos bloques formados por cuatro patronos. Sólo el sistemático voto de calidad del presidente, Juan Huarte, dirimía las controversias. Uno de los bloques ha rechazado la línea oficial del proyecto asegurando que traicionaba la voluntad de Oteiza.
