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La alianza de PP, PNV, CiU y BNG veta por primera vez unos Presupuestos en el Senado

El PSOE acusa a los nacionalistas de no valorar la "recuperación del diálogo autonómico"

Carlos E. Cué

El PP unió de nuevo sus votos a los de los nacionalistas de Galeusca (BNG, PNV y CiU) para tumbar los Presupuestos en el Senado, que ayer aprobó el veto por 140 votos a favor y 117 en contra. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, señaló que el Gobierno intentó negociar con los nacionalistas, pero sus demandas superaban los "límites" de la economía. Mientras los nacionalistas acusaban al Ejecutivo de "no mostrar su supuesto talante" por la ausencia de negociación, Joan Lerma, portavoz del PSOE, les acusaba de no "valorar" la "recuperación del diálogo autonómico".

El larguísimo debate en el Senado (casi seis horas), donde los argumentos económicos fueron muy similares a los esgrimidos la semana pasada en la comisión de Presupuestos, dejó claro que los tres partidos que sumaban sus votos a los del PP para vetar no querían que se les culpara por ello. Los tres insistieron en que la culpa es del Gobierno por no negociar o hacerlo muy tarde, preocupado como estaba de sus socios imprescindibles de ERC e Izquierda Verde. Al final, los tres portavoces nacionalistas comparecieron juntos ante los periodistas para dejar claro que, según Pere Macias (CiU), "Galeusca [nombre con el que concurrieron juntos a las elecciones europeas] es el fiel de la balanza en el Senado". "El Gobierno tiene que contar con nosotros", insistió.

La unidad de criterio sólo se mantuvo en la votación, porque durante el debate los tres dejaron claro que los motivos para vetar, al menos los expuestos públicamente, son muy distintos, y tienen que ver con reivindicaciones de cada una de sus comunidades. Los socialistas interpretan que el PNV, con su rechazo a aceptar ninguna negociación si antes no se arreglaba el problema del Cupo vasco, que nada tiene que ver con el Presupuesto, ha arrastrado a sus compañeros de Galeusca hacia el veto definitivo, que se produce por primera vez a una ley del Gobierno desde que se recuperó la democracia. La norma volverá al Congreso como salió de allí, y el PSOE deberá reunir a todos sus diputados y a sus socios para garantizarse, el día 21, la mayoría absoluta imprescindible para levantar el veto.

Solbes dijo "no entender bien" los motivos que han llevado a los nacionalistas, especialmente a CiU, que tiene una larga tradición de apoyo a los Presupuestos con el PSOE y el PP, a vetar las primeras cuentas generales del Gobierno de José Luis Zapatero. El socialista Lerma reprochó a Galeusca que no haya sabido "valorar" la "recuperación del diálogo autonómico" protagonizada por el Ejecutivo. Enumeró los gestos y reformas en ese sentido: Zapatero comparece en el Senado, se ha creado la Conferencia de Presidentes, se intenta resolver la financiación de la sanidad, se ha enviado a representantes autonómicos a los consejos de la UE, se ha avanzado en el reconocimiento de las lenguas cooficiales...

Carles Bonet, el portavoz de Entesa (PSC, ERC e ICV) reprochó la "incongruencia" de CiU, que apoyó los presupuestos del PP y sin embargo veta los primeros de Zapatero, que son "mucho mejores que los anteriores". "Este veto interesa a los hooligans, a los defensores del acoso y derribo, que quieren un adelanto de las elecciones, no le han dado al Gobierno ni el beneficio de la duda en su primer año", dijo señalando a CiU. Los socialistas sólo tuvieron el apoyo de Entesa, Coalición Canaria, IU y el Par.

Al final se aprobó el veto promovido por el BNG. Anxo Quintana, su líder, ante algunos reproches, avisó: "Aquí todos los votos son importantes". El Gobierno necesita todos los escaños, salvo los del PP, para aprobar la próxima semana la reforma del Consejo General del Poder Judicial. Xabier Albistur (PNV) también pidió al Gobierno que "cuente" con Galeusca.

El PP, a través de su portavoz, Damián Caneda, evitó la discusión política, y no explicó por qué apoya, como le acusa el PSOE, a grupos nacionalistas a los que antes había demonizado. Caneda tachó los Presupuestos de "cuento" porque parten de previsiones irreales y llevarán a "menos empleo y más déficit".

El vicepresidente económico, Pedro Solbes (izquierda), charla con los senadores Juan Barranco y Joan Lerma.
El vicepresidente económico, Pedro Solbes (izquierda), charla con los senadores Juan Barranco y Joan Lerma.ULY MARTÍN

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