Jelinek analizará el papel de las escritoras en su discurso del Nobel

Deseo, novela sobre la violencia del hombre hacia la mujer, y con un elevado contenido erótico, de la premio Nobel Elfriede Jelinek, se presentó ayer en Madrid editada por Destino. La escritora, que no acudirá a Estocolmo a recoger el galardón el próximo 10 de diciembre debido a que padece fobia social, ha grabado su discurso, titulado Im abseits (Fuera de juego), en el que analiza el papel de las mujeres escritoras en la sociedad.

Elfriede Jelinek se ha negado a conceder entrevistas ni tan siquiera por correo electrónico, debido a que se encuentra "exhausta y agotada" por la presión mediática a la que se ha visto sometida desde que se anunció la concesión del Premio Nobel de Literatura, informó Malcom Otero, editor de Destino. La escritora, que no acudirá a Estocolmo para recibir el galardón, ha grabado ya en una televisión sueca su discurso, que se retransmitirá por una pantalla gigante en Estocolmo.

Elfriede Jelinek ha comentado que en sus palabras ante la Academia sueca analizará el papel de las escritoras en la sociedad. "Creo que, como autor, siempre se está fuera en lugar de dentro. Como no somos capaces de vivir, nos vemos obligadas a escribir", apuntó Jelinek al periódico austriaco Der Standard. La escritora recogerá el premio en la Embajada de Suecia en Viena el 10 de diciembre.

La novela que se edita ahora en España, Deseo, narra la historia de tres personajes sin nombre. En ella se describe un complicado entramado de situaciones con el relato de la peripecia del director de una fábrica de papel que, atemorizado por los peligros del sida, se fija de nuevo en su esposa para hacer uso de ella como de las prostitutas que había frecuentado hasta entonces. En su confortable residencia se suceden escenas de gran obscenidad y violencia bajo la mirada de su hijo. La mujer, desesperada, encuentra un amante más joven que, poco después, se convertirá en su nuevo maltratador.

La autora manifestó sobre la novela que ahora se presenta en España que había tratado de "constituir el lenguaje femenino de lo pornográfico, pero lo he visto imposible dado que la óptica de lo obsceno es inevitablemente masculina. El sujeto activo del deseo es el hombre, y cuando lo es la mujer no tiene un lenguaje para su deseo. Si no he podido dar esta voz a mi personaje es porque tampoco he sabido encontrarla para mí misma".

El editor Malcom Otero dijo ayer que en Deseo hay una dura crítica a "la sociedad burguesa, a los valores dominantes de nuestra sociedad y, sobre todo, a las buenas maneras hipócritas que ocultan la verdad de cada individuo". El discurso de la escritora, según el editor, es "tenaz y contundente y cuestiona con brutalidad el papel tradicional de la mujer".

El extremismo de la obra de Jelinek despierta emociones encontradas, sobre todo en su país, Austria. Sin embargo, su editorial alemana, Rowolhlt Verlang, ha vendido más de 200.000 ejemplares de sus libros desde que la Academia sueca le concedió el Premio Nobel.