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Cruz Roja asegura que EE UU tortura a los presos en Guantánamo

El Pentágono reitera que los detenidos son "combatientes ilegales"

Yolanda Monge

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) asegura en informes confidenciales, cuyo contenido reveló ayer The New York Times, que "las tácticas de coerción psicológica", y en ocasiones "físicas", utilizadas por el Ejército de Estados Unidos con los prisioneros de la base militar de Guantánamo (en la isla de Cuba) "equivalen a tortura", ya que durante los interrogatorios se usan "actos humillantes, confinamientos en solitario, temperaturas extremas y posiciones forzadas" para quebrar su voluntad.

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El Pentágono no comparte la opinión del Comité Internacional de la Cruz Roja sobre el régimen de terror al que están sometidos los detenidos en Guantánamo. El portavoz del secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, se despachó ayer con un "ése es su punto de vista", pero dijo que en absoluto es compartido por la Administración de Bush, puntualizó Lawrence di Rita. El portavoz hizo saber que el Gobierno tiene el derecho de mantener bajo custodia a tales sospechosos hasta el final de la guerra contra el terrorismo, ya que esas personas son consideradas "combatientes ilegales", lo que en opinión de la Administración de Bush supone que no están sujetas a la protección de la Convención de Ginebra, que establece derechos para los prisioneros de guerra.

El Comité Internacional de la Cruz Roja ha concluido que existen prácticas equivalentes a tortura tras la visita de una inspección de una delegación, que incluía personal médico, a la base de Guantánamo el pasado mes de junio, siempre según The New York Times, que afirma haber obtenido un memorando recientemente basado en el informe. La delegación del CICR que visitó Guantánamo pudo constatar que algunos médicos y personal sanitario de la base militar participaban en la planificación de los interrogatorios a los prisioneros. Para el CICR esto es una "flagrante violación de la ética médica", según el informe.

Vulnerabilidad mental

Los médicos y sanitarios obtenían la información sobre la vulnerabilidad mental de los prisioneros, unas veces directamente y otras a través del llamado Equipo de Consulta de la Ciencia del Comportamiento, más conocido como "Biscuit", y que se compone de psicólogos que asesoraban a los encargados de los interrogatorios. El documento del Comité Internacional de la Cruz Roja fue distribuido a abogados de la Casa Blanca, en el Pentágono, en el Departamento de Estado y al jefe militar del centro de detenciones de Guantánamo, el general Jay W. Hood, según The New York Times. La Administración norteamericana recibió el informe en julio y rechaza todas sus acusaciones, según el diario neoyorquino. Desde Ginebra, donde tiene su sede el CICR, ni se negó ni se confirmó ayer a EL PAÍS la información que publicó The New York Times. El CICR, fundado en 1863, se define como una organización neutral cuyo fin es proveer protección humanitaria y asistencia a las víctimas de guerra. A sus trabajadores se les permite visitar a los prisioneros de Guantánamo bajo un acuerdo que el Comité mantiene con los Gobiernos desde hace décadas. A cambio de acceso exclusivo a las prisiones y a los prisioneros, el CICR mantiene sus informes confidenciales. Dichos informes sólo se hacen llegar al Gobierno que en cada caso tenga bajo su custodia a los detenidos.

Más de 500 personas permanecen detenidas en la base militar norteamericana de Guantánamo desde que en el año 2001 Estados Unidos iniciase la guerra contra Al Qaeda y el régimen talibán que imperaba en Afganistán, así como otras operaciones dentro de su guerra contra el terrorismo. El CICR comenzó sus visitas a Guantánamo a principios de 2002.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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