La exposición 'La era de los descubrimientos' recorre tres siglos de arte, ciencia y religión

Entre 1492 y 1819, una de las épocas artísticas más florecientes de Europa, España reinó como un imperio que se expandió a través de continentes y océanos. A una remota esquina del mundo, antes de que los grandes expedicionarios estadounidenses Lewis y Clark llegaran a Seattle, los exploradores españoles ya lo habían hecho en nueve ocasiones. Dejaron su impronta en lugares que hoy se llaman San Juan, López o el Estrecho de Juan de Fuca. Don Juan Carlos y doña Sofía visitaron ayer, en el Museo de Arte de Seattle, la exposición España en la era de los descubrimientos. 1492-1819.

La exhibición rinde homenaje al esplendor, el fervor religioso, los descubrimientos científicos, en resumen, a más de tres siglos de tesoros y aventuras españoles. Organizada por Patrimonio Nacional de España, comisariada por su conservador Javier Morales Vallejo y copatrocinada por la Fundación Bill Gates, entre otros, la exposición ofrece desde el pasado 16 de octubre y hasta el próximo 2 de enero más de tres siglos de la dilatada Edad de Oro española, desde la llegada de Colón hasta las expediciones científicas al Pacífico.

Las obras de arte, algunas de la cuales nunca habían salido del suelo español, proceden de instituciones como el Museo del Prado, El Escorial y colecciones privadas. Entre las pinturas que se pueden contemplar en el Museo de Arte de Seattle hay obras de Goya, El Greco, Velázquez, Zurbarán y Murillo. A ellas se suman esculturas, tapices, instrumentos científicos, armaduras reales, ilustraciones de botánica y manuscritos, incluido el original de una carta escrita por Colón a la reina Isabel la Católica en 1493, y mapas del Nuevo Mundo, configurando un retrato de un imperio que usó su fuerza militar y religiosa para expandirse por un mundo desconocido y conseguir más poder y más riqueza. La exhibición arranca cronológicamente en 1492, cuando Colón inició su viaje en busca de una nueva ruta a la India, y concluye con el Tratado Transcontinental de 1819, por el que España renuncia a Florida y a todos los territorios hasta el Pacífico por encima del paralelo 42 a cambio del reconocimiento de la soberanía sobre Tejas.

España en la era de los descubrimientos explora cuatro temas: 'La imagen del imperio', en la que, a través de documentos científicos procedentes del Nuevo Mundo y obras maestras pertenecientes a El Bosco, Velázquez, Bernini (su Crucifijo fue adquirido por Velázquez en Roma en 1650 y es ésta la primera vez que deja España desde entonces), Rubens y Goya, se muestran la dignidad de la realeza y el gusto por la imaginería religiosa.

Un segundo apartado corresponde a 'Lo espiritual y lo mundano'. Con la concesión, en 1492, del título de Reyes Católicos a Isabel y Fernando por el papa Alejandro VI, se hizo oficial en España la unión entre Iglesia y Estado. Esa fusión entre lo espiritual y lo terrenal es recogida por numerosas obras de arte, entre las que destacan San Ildefonso, de El Greco, y La bendición del Salvador, de Zurbarán.

Innovación

'Encuentro entre culturas' es el tercer apartado de la muestra y su finalidad es proporcionar varias de las respuestas que España aportó al Nuevo Mundo, tanto en el campo de la política como en el terreno de la expresión artística o el de la investigación científica.

Por último, 'La Corte y el mundo de la ciencia' busca invalidar la idea de que la Corte española no tenía ningún interés en las innovaciones científicas, a través de un rico muestrario de instrumentos para la navegación, mapas de exploración, así como exquisitos estudios de botánica y manuscritos de etnografía que constituyen una historia natural temprana del Nuevo Mundo. Alrededor de 1725, por ejemplo, el futuro rey Carlos III fue retratado inmerso en un estudio de botánica, un interés personal que mantendría a lo largo de toda su vida.