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Reportaje:

Buscadores de olivos

Investigadores de la Universidad de Córdoba recorren Andalucía en busca de los acebuches y olivares más singulares

Manuel Planelles

Cuenta la leyenda que el Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba era, antes de llegar los musulmanes a la Península, un gran olivar. De aquellos olivos milenarios hoy sólo quedaría uno, viejo e inclinado sobre una de las fuentes barrocas del patio.

Concepción Muñoz y Angjelina Belaj podrían estar todo el día mirándolo, escrutándolo. Estas dos investigadoras de la Escuela de Ingeniería Agrónoma de la Universidad de Córdoba llevan más de un año y medio estudiando árboles como este. Están preparando una guía de olivos singulares, por encargo de la Junta de Andalucía, que tienen previsto entregar en marzo de 2005 para su publicación. Hasta el momento, han censado entre 150 y 170 "individuos" en toda Andalucía, entre olivos y acebuches, la variedad silvestre de este oleáceo.

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Si la leyenda del olivo de la Mezquita fuera cierta, este árbol habría sido plantado antes del siglo VIII. Pero las dos investigadoras todavía no pueden determinar su edad exacta ya que no se ha efectuado la prueba del carbono 14. Lo que sí pueden hacer es una estimación, ya que se calcula que la edad de un olivo supera los 400 años si el diámetro del tronco es mayor a los 3,5 metros. Independientemente de su antigüedad, el olivo de la Mezquita de Córdoba es, según Concepción y Angjelina, singular por el lugar en el que se encuentra.

Y ¿qué es un olivo singular? Las dos investigadoras de la Universidad de Córdoba utilizan cinco parámetros: el tamaño -el tronco debe tener más de 3,5 metros de diámetro-; la producción de aceituna -superior a las 300 toneladas anuales-; el valor estético; la edad -el mínimo está entre 400 y 500 años-; y la importancia histórica.

La iniciativa en la que están trabajando estas dos investigadoras, ayudadas por Diego Barranco y Luis Rallo, supone algo pionero para la región. Cuentan que existe un catálogo de árboles silvestres singulares, pero no uno que se centre exclusivamente en el olivo, uno de los símbolos de Andalucía.

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Concepción explica que, en un principio, la idea de la Junta era saber cuántos olivos singulares existen en la comunidad para impulsar un plan de conservación, ya que algunos de los ejemplares están abandonados o "son muy vulnerables". Pero, según las investigadoras, normalmente los dueños "miman" a sus olivos. Ellas lo saben porque ya se han recorrido media Andalucía buscándolos.

Han estado en un olivar de Jaén, donde un anciano les contó que, dentro del olivo, se cobijó su familia durante la Guerra Civil. Han visitado el acebuche del Duque, en Málaga, que tiene una base de 22 metros de diámetro. También han estado en un olivar de Sevilla desde donde cuenta la leyenda que salieron las primeras cepas para América... "Y todos son la niña de sus ojos para sus propietarios", afirma Angjelina. Incluso cuentan que un propietario de Granada está a punto de perder parte de su casa porque no quiere podar las ramas de su olivo, que se han asentado sobre el techo de la vivienda.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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