Almodóvar impulsa por todo lo alto el camino de 'La mala educación' al Oscar
El cineasta recibe un homenaje en Los Ángeles mientras su filme consigue una gran ovación
Kirsten Dunst está dispuesta a desnudarse por él. Susan Sarandon se conformaría con el papel más pequeño con tal de formar parte de una de sus películas. Y para John Waters es el único director que ha demostrado que el sexo puede ser materia de regocijo en la pantalla. Todos hablan así de Pedro Almodóvar (ganador de dos oscars), que ha presentado en Hollywood su último trabajo, La mala educación, y que ha recibido de nuevo el respeto y la admiración de esta industria. Un homenaje celebrado el lunes por la noche en Los Ángeles confirmó el poder de seducción del cineasta.
El director ha venido a ganar y, a juzgar por el recibimiento, no está desencaminado
La excusa para viajar a Hollywood ha sido el homenaje que le ha brindado el Festival del Instituto Americano del Cine, una muestra cinematográfica donde el realizador manchego ha presentado una retrospectiva de su carrera, ha dialogado con el público en una velada centrada en su persona y, sobre todo, ha dado un nuevo e importante impulso a su último trabajo -semanas antes recibió otro gran homenaje en el Festival de Nueva York- en una nueva carrera a por el Oscar.
Almodóvar ha venido a ganar y, a juzgar por el recibimiento que le han dado, no está descaminado. No hay publicación de Hollywood que no integre su nombre, o el título de su última cinta, en la quiniela de los Oscar. El semanario Entertainment Weekly no le descarta de la lista como mejor director, además de pensar en una posible candidatura para Gael García Bernal por su papel en La mala educación. The Hollywood Reporter, en su número especial previo dedicado a esta temporada de premios, la destaca como una película con posibilidades tanto en los galardones del Sindicato de Guionistas como entre los de la crítica, premios que ya recibió con anterioridad. Y, por supuesto, en los Oscar. "Nadie esperaba que Pedro Almodóvar ganara el Oscar en 2002 con su fascinante Hable con ella. No porque no se lo mereciera, sino porque este venerado autor era considerado la carta más difícil", recuerda la publicación. Pero después de su victoria histórica, la primera película extranjera en ganar el Oscar al mejor guión en 36 años, ahora Hollywood piensa que con Almodóvar todo es posible, incluso cuando la Academia española de las Artes y Ciencias Cinematográficas le ha vuelto a dejar fuera de competición en la categoría de mejor película en lengua extranjera. "Ya se ha convertido en una especie de tradición", acepta con humor cada vez que tiene que explicar por qué hace dos años la Academia española escogió Los lunes al sol para representar a España, una selección que en esta ocasión le corresponde a Mar adentro. "Si lo pienso, diría que hay una especie de hostilidad hacia mí, que la Academia nunca ha sido generosa conmigo. Pero no quiero pensar así porque el público español sí que me ha demostrado su generosidad con cada uno de mis estrenos, que han funcionado muy bien en España", agrega.
La mala educación se estrenará comercialmente en Estados Unidos el 19 de noviembre, fecha similar a la que tuvo Todo sobre mi madre o Hable con ella y con las que ganó sus dos oscars. Almodóvar tiene que competir con los filmes más esperados de la temporada. "Pedro se ha convertido en una estrella como director, y con sus últimas dos películas ha llegado a un público cada vez más amplio", indicó Michael Baker, al frente de Sony Pictures Clasics, encargada de la distribución estadounidense de la cinta.
En medio de este ambiente de premios que se respira a su alrededor, Almodóvar quiere aclarar que el Oscar, o cualquier otro galardón, no es su meta. Que él no hace películas para ganar premios. "Se trata de una película complicada, más que las anteriores, y me asombra lo bien que la han entendido aquí. Me lo han demostrado el público y la prensa durante las entrevistas".
La gala de La mala educación en Hollywood, proyectada en el marco del Festival del Instituto Americano del Cine, obtuvo una cerrada ovación de un público puesto en pie. Un público en el que estaban, entre otros, Gael García Bernal, Daniel Giménez Cacho, Edward James Olmos, Olivier Martínez o Penélope Cruz, y cuya respuesta que no pudo ser más emocionante. "Está claro que somos grandes amantes de su trabajo", reconoció el director del festival, Christian Gaines.
Ésta es la primera ocasión en la que Almodóvar acude a este festival aunque en los 18 años de historia de esta muestra sus películas nunca han faltado. En concreto sus dos últimas obras, Todo sobre mi madre y Hable con ella, se encargaron de cerrar este certamen en pasadas ediciones. Este año, el honor de la clausura ha correspondido a otra excelente cinta española, Mar adentro, aspirante a la candidatura como mejor película en lengua extranjera y vista en Hollywood como otra posible contendiente al Oscar en otras categorías, especialmente mejor actor, para Javier Bardem, o incluso como mejor película. "No es el mejor de los años para el cine estadounidense, así que las películas extranjeras podemos tener más suerte", señaló Almodóvar deseando lo mejor para todos.
Pasión por el cine honesto
El Festival del Instituto Americano del Cine se ha convertido este año en una de las principales plataformas para el lanzamiento de las campañas al Oscar. Entre los títulos que suenan para premio y han pasado por las pantallas del Arclight figuran House of Flying Daggers, de Zhang Yimou; Hotel Rwanda, sobre el holocausto vivido hace una década en Ruanda, y A Very Long Engagement, la última película de Jean-Pierre Jeunet.
Como "el aficionado impenitente" que Almodóvar confiesa ser, el realizador español ha aprovechado para conocer algunos de estos títulos, aunque los que se han ganado toda su atención y admiración han sido películas menores, ésas que se estrenan fuera de la órbita de Hollywood y que posiblemente serán olvidadas a la hora de los galardones, títulos como Primer, de Shane Carruth; P. S., de Dylan Kidd, o Tarnation, dirigida por Jonathan Caouette. "Es el ejemplo de que también en Hollywood se puede hacer cine con unos cientos de dólares y una honestidad brutal. Me recuerda lo mejor de Arrebato", comentó de Tarnation. Ése es el modo en que le gustaría trabajar en EE UU, una posibilidad que no ha descartado pero que sigue viendo lejos.
Una vez más, Almodóvar declaró a la prensa estadounidense su deseo de poder rodar en inglés un filme del Oeste o un musical, géneros ambos típicamente americanos. El western estuvo a punto de hacerse realidad cuando consideró la realización de Brokeback Mountain, un proyecto sobre la relación homosexual de dos cowboys que ahora está en manos de Ang Lee. "Como musical me encantaría hacer Los caballeros las prefieren rubias, pero ya está hecho", agregó ante la hilaridad de su público.
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