Dependencia económica

Los problemas medioambientales en el arco de la Bahía de Algeciras no son nuevos, a pesar de que en los últimos dos meses las protestas de los ecologistas y vecinos de las zonas más próximas al polígono industrial que recorre todo el litoral de los municipios de Algeciras, Los Barrios, San Roque y La Línea, se han incrementado considerablemente.

Mensajes como "Nos están robando hasta las estrellas" y "No estamos locos", escrito sobre una imagen de Don Quijote luchando contra chimeneas o "No más cáncer", cuelgan desde hace días en algunos de los balcones de estos barrios.

Los vecinos en esta ocasión no se encuentran solos ya que se han visto respaldados en sus últimas protestas por el Ayuntamiento de San Roque. Durante 15 días del verano pasado, los 3.000 habitantes de Puente Mayorga, Campamento y Guadarranque (barriadas de San Roque) tuvieron que soportar irritaciones, vómitos y problemas respiratorios, entre otras afecciones, por escapes de dióxido de azufre. La situación medioambiental no es la más idónea en el Campo de Gibraltar, donde a episodios como los ocurridos este verano hay que sumar otros como el escape radioactivo ocurrido en la siderúrgica Acerinox, en Los Barrios, el 30 de mayo de 1998, los continuos vertidos de hidrocarburos a las aguas de la Bahía, procedentes de Gibraltar, o la famosa visita del submarino nuclear británico Tireless, cuya presencia provocó la mayor respuesta social vivida en esta comarca.

No obstante, los campogibraltareños saben de la dependencia que su economía tiene de estas fábricas que conforman el primer polígono industrial de Andalucía, que comprende, además de la refinería, dos centrales térmicas de creación de electricidad y una factoría de acero inoxidable,entre otras plantas. Del complejo dependen unos 30.000 puestos de trabajo. A pesar de ello esta "dependencia" no fue obstáculo para que el concejal de urbanismo del Ayuntamiento de San Roque, el independiente de Unidad por San Roque, José Antonio Ledesma, propusiese a principios de septiembre "el progresivo desmantelamiento de las fábricas que se encuentran en su municipio", algo que fue contestado por sindicatos y organizaciones empresariales.