"Nuestras dos líneas están listas para trabajar"
El director de investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Carlos Simón, desató una polémica en julio al anunciar que su equipo había derivado dos cultivos de células madre de embriones humanos sobrantes de los tratamientos de fertilización in vitro. El experimento era alentador desde el punto de vista científico, pero irregular desde una perspectiva legal, ya que faltaba el decreto con los reglamentos, que finalmente fue aprobado ayer.
"Las dos líneas de células madre, VAL1 y VAL2, ya han permanecido en cultivo siete meses, son estables y han pasado todos los controles", explicaba ayer Simón. "Están listas para trabajar".
El IVI, uno de los principales centros privados de reproducción asistida de España, ha sido clave para que la Comunidad Valenciana se sumara a la red de investigación en células madre embrionarias, junto a Andalucía y Cataluña. La comunidad ha creado el Centro Superior para la Investigación en Biomedicina y Trasplantes de Tejidos y Órganos, que dirige Rubén Moreno, ex alto cargo del Ministerio de Sanidad en la etapa de Celia Villalobos.
El equipo científico de Simón está en condiciones de abordar de inmediato dos proyectos básicos sobre las células embrionarias. El primero intenta encontrar los factores que permiten a estas células mantenerse indiferenciadas, es decir, en un estado inmaduro, con un buen ritmo de proliferación en cultivo y conservando el potencial de convertirse (diferenciarse) en cualquier tipo de tejido humano. "Entender en qué factores se basa la indiferenciación es esencial para controlar después el proceso de diferenciación", afirma Simón.
El segundo proyecto tiene relación con el rechazo inmunológico, un problema esencial si las células madre o sus tejidos derivados llegan algún día a trasplantarse a un paciente. Según el investigador, hay muchos indicios de que las células madre embrionarias inducen menos rechazo que otros tipos de material trasplantado. Incluso existe la posibilidad de usarlas para reducir el rechazo de un trasplante de órgano convencional.
Más a largo plazo, Simón espera abordar el proyecto que le hizo interesarse en esta técnica inicialmente: la posibilidad de convertir las células madre embrionarias en óvulos y espermatozoides.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.