Lecciones 24 horas al día

La primera vez que María Black pisó una escuela de español para extranjeros fue hace 13 años en Granada. Desde entonces, esta profesora de Lingüística de la Universidad de Londres (Reino Unido) se escapa de la bulliciosa ciudad inglesa durante unos días al año para perfeccionar su español "y, a poder ser, en territorio andaluz", concreta. "Hoy por hoy el castellano es la lengua más moderna y en Inglaterra se ha convertido en un boom. Todo el mundo quiere aprenderlo", afirma esta mujer, que ostenta con orgullo el "honor" de haberse convertido en la primera alumna de la Escuela de Español y Cultura Abadat, instalada en un palacio renacentista del siglo XVI de Úbeda (Jaén).

Los granadinos David Rodríguez y Antonia Peregrino son los dos promotores de esta iniciativa que persigue "ofrecer una enseñanza de calidad, con algunos matices que la diferencia del resto de los centros de Andalucía". Después de 16 años enseñando español en diferentes países europeos y otras escuelas andaluzas, Rodríguez y Peregrino decidieron montar su propia escuela. "Elegimos Úbeda porque tanto la ciudad como el entorno ofrece los suficientes atractivos naturales y artísticos para atraer a los estudiantes extranjeros que suelen utilizar sus vacaciones para formarse. El edificio que se nos ofreció es fantástico y otra ventaja importante es la falta de saturación de turistas extranjeros, que favorece una mayor integración de nuestros estudiantes en la sociedad ubetense", explica David Rodríguez.

Esta última puntualización la confirma María Black. "Durante la semana que llevo en Úbeda nadie me ha hecho sentirme como una guiri, como se nos suele identificar en ciudades más turísticas de Sevilla, Málaga o Granada. De momento, la ciudad es muy receptiva y los ubetenses muy amables con los extranjeros", destaca la profesora. "Además, cada estudiante tiene una llave de la escuela y puede utilizar sus instalaciones 24 horas al día", añade.

Los cursos que ofrece la Escuela Abadat tienen una duración mínima de dos semanas y abarcan todos los niveles: desde principiante hasta perfeccionamiento, pasando por talleres de escritura o fonética.

Pero aprender la lengua no es el único objetivo de María Black, que también participa en un programa de inmersión que combina visitas a la ciudad con charlas y conferencias sobre aspectos de la cultura española: su historia, arte, cine, gastronomía o política, entre otros temas.