_
_
_
_

La biblioteca de Alonso Quijano y el CD-Rom

"Se ha dicho que éste es el Quijote de Rico y ya me gusta, pero es injusto porque en él han participado casi cien colaboradores y especialistas, con cervantistas desde México a Moscú, y desde filólogos muy curtidos a estudiantes que cogíamos por los pasillos y poníamos a trabajar de forma inmisericorde, a veces hasta 16 horas diarias".

Así presentó ayer el doctor Francisco Rico este Quijote de referencia (que ha sido utilizado ya para la traducción al francés en La Pléiade de Gallimard) en el Círculo de Lectores de Madrid. Entre la erudición y la ironía habituales, fumándose un par de pitillos y algún caramelo y dándole al ordenador portátil con agilidad casi adolescente, Rico ("castellano" de 1942) fue contando las excelencias de esta obra ingente, narrando la larga historia del proyecto y dando ejemplos de errores y rescates.

Entre las novedades más atractivas respecto a la edición de 1998, Rico citó la Biblioteca del Quijote, una nueva sección del tomo crítico en la que se reproduce un facsímil de al menos dos páginas de los libros (de todos menos de uno, no dijo cuál) que guardaba Alonso Quijano en su biblioteca, y la mejora de las prestaciones del CD-Rom, una base de datos cuya compra será opcional y que permite navegar por las palabras y las familias de palabras del texto de una manera divertida y amena.

Visiblemente encantado con el juguete desarrollado por Eugenio Picchi en la Universidad de Pisa, Rico fue enseñando el funcionamiento de la herramienta digital con diversos ejemplos de trampas, problemas y equívocos que ofrece todavía el texto fundacional de la novela española.

Mostrando en la pantalla de cañón la primera página del texto, Rico enseñó cómo funcionan las notas al pie, que definió como "muy legibles para todo tipo de lectores": "En un lugar de la Mancha'. Ese lugar se refiere a una población, no a un sitio o a un paraje: es una entidad de población más pequeña que la villa y más grande que la aldea".

"No quiero acordarme'. Ese no quiero no significa que no quiera, sino que no va a decirlo, que no le quiere venir la palabra a la boca", continuó Rico.

Luego, poniendo el cursor sobre la palabra Mancha, él enseñó algunas de las opciones que permite ejecutar el CD-Rom. Rico hizo clic y salió un mapa de época de La Mancha, con los pueblos que recorrió Don Quijote en mayúscula y los sitios que sólo nombró Cervantes en el libro en caja baja. "Pero también hay mapas modernos y guías de caminos de hace 400 años", contó Francisco Rico.

Astillero fue la siguiente parada. Pulsó y salió la fotocopia digital de esa "percha para colgar lanzas y astas". Adarga: la ilustración del Quijote, como la que se reproduce aquí, con la pielecilla colgando del escudo de cuero.

Para acabar, Rico corrigió algunos errores de honda raigambre popular: no es "con la Iglesia hemos topado, Sancho", sino "con la Iglesia hemos dado"; no es "desfacer entuertos", sino "deshacer tuertos"...

Los asistentes permanecieron durante una hora atónitos contemplando el despliegue de sabiduría, gadgets y tecnología. Tanto que cuando Rico acabó casi no hubo preguntas. Alguien al fondo reaccionó y le preguntó qué le diría a Cervantes si se lo encontrara. Rico dijo: "Me quedaría mirándole a ver por dónde salía. Y no le diría nada porque era tan socarrón que no me contestaría".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_