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Arranca la empresa impulsada para concentrar el sector cárnico

Gure Okela agrupa a 260 de los 1.500 ganaderos semiprofesionales

El sector cárnico en Euskadi se enfrenta a una revolución. 260 de los cerca de 1.500 ganaderos semiprofesionales (los que tienen más de cuatro vacas) constituyen hoy una sociedad para gestionar todo el proceso productivo de la carne y acabar así con su cometido actual de vender sólo el ganado. Pero el proyecto, apoyado por el Gobierno para "mantener la ganadería", es rechazado por el principal sindicato ganadero, EHNE, y partidos como el PSE. EHNE dice que llevará a cerrar pequeñas explotaciones y que impulsa la venta en grandes superficies en detrimento de las carnicerías.

"Vamos a pasar de vender vacas a vender carne", dice gráficamente Paulino Sánchez, uno de los promotores de Gure Okela, la sociedad que pretende dar un vuelco en el sector. Los cambios se vienen barruntando desde 1997, cuando el Gobierno encargó a una consultora el primer informe. A éste han seguido varios estudios más sobre la producción de carne, el sacrificio y la industria cárnica, que han concluido este año con un diagnóstico sobre el futuro del sector en el País Vasco. El estudio plantea la unión de los ganaderos en una o varias entidades. Ahora es un sector atomizado que, según el Ejecutivo, agrupa a 6.000 productores con más de una vaca (en Vizcaya y Guipúzcoa la media es de 12 cabezas de ganado por explotación). Pero la cifra se limita a 1.500 si se circunscribe a semiprofesionales (más de cuatro cabezas) y se reduce a un centenar los de dedicación completa, según el Departamento de Agricultura.La pretensión es que el ganadero sea el gestor de todo el proceso productivo, desde su tarea actual de cuidado del ganado hasta el sacrificio, despiece y comercialización. "Lo que tienen que hacer es organizarse y hacer ventas y compras conjuntas", explica Asier Albizu, viceconsejero de Agricultura, quien considera inevitable un cambio profundo para mantener la ganadería vasca. "No puede ser que el consumidor pague 14 euros por kilo y el ganadero se lleve menos de la mitad. No puede ser si queremos que haya ganadería".

Paulino Sánchez asegura que la nueva sociedad mantendrá la autonomía de los profesionales, posibilitará, pese a que la gestión la lleve Gure Okela, que cada carnicero trabaje con sus ganaderos de confianza y subirá los precios, especialmente los de los alaveses, que reciben casi un euro menos por kilo que los guipuzcoanos y vizcaínos al tener que recurrir más a los grandes centros de distribución. EHNE, el sindicato mayoritario del sector, rechaza de plano el proyecto. Alberto Llona, responsable de este área, explica que el Gobierno ha copiado el modelo alemán y holandés y las experiencias en España en los sectores porcino y avicola. "Con esto, las grandes empresas controlan todo el proceso. El ganadero pone la mano de obra y la inversión, y se convierte en un peón de la empresa", manifiesta.

Rechazo de EHNE

EHNE sostiene que con este enfoque se tenderá a conseguir mayor producción, en detrimento de una carne de calidad, que no se ha contado con los carniceros, que venden el 70% de la carne vasca, y se prima la venta en las grandes superficies. "Puede ser una salida para los alaveses, pero es una ruina para Vizcaya y Guipúzcoa". Este sindicato ve una "coincidencia sospechosa" de este proyecto y los anuncios de cierres o privatizaciones de mataderos públicos. El de Durango, propiedad de 50 municipios de la comarca, pretendía ampliarse y cambiar de ubicación hace dos años, pero ahora la mayoría de consistorios se ha pronunciado en contra. En Bilbao, el Ayuntamiento ha iniciado los trámites para privatizar el matadero de Zorroza. "El plan contempla ir cerrando todos y que quede sólo Zorroza", dice el responsable de EHNE, quien apunta también la decisión de Eroski de abandonar sus salas de despiece y optar porque una empresa le suministre la carne ya envasada o despiezada. "Con la obligación de tener que matar sólo en Zorroza, muchos pequeños ganaderos quitarán sus animales", augura Llona.

Paulino Sánchez insiste en que el "objetivo primero" de la nueva sociedad es el carnicero tradicional que vende carne con label y luego posibilitar otra salida, "las grandes superficies, que no tienen nada de nuestra carne". Sus 260 asociados concentran el 30% de las cabezas de ganado en Euskadi, pero Sánchez estima que a final de año se alcanzarán las 300 explotaciones y en el primer semestre augura superar las 370.

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Comparecencia del consejero

El PSE ya ha solicitado la comparecencia en el Parlamento del consejero de Agricultura, Gonzalo Sáenz de Samaniego, para que explique este proyecto, que califica de "oscurantista". El parlamentario José Luis Anda afirma, en coincidencia con EHNE, que se está produciendo presiones a los ganaderos para que se integren en Gure Okela. " [El consejero] ha enviado cartas diciéndoles que se apuntaran, con un lenguaje casi de coacción". A juicio de Anda, el plan auspiciado por el Ejecutivo apuesta "por la producción y explotación en cantidad", en vez de defender la explotación "tradicional y de calidad".

Los críticos con la iniciativa hacen notar las grandes similitudes de esta iniciativa con Iparlat, la sociedad que la década pasada aglutinó todas las cooperativas de leche vascas y navarras, y que sufrió importantes pérdidas hasta hace pocos años. "También estaba controlada por los ganaderos, con un 51%, y ahora éstos tienen poco más del 30", afirma el responsable de EHNE. "El Gobierno le dio un apoyo total y sufragó las pérdidas, y no concedió ayudas a los ganaderos que se mantuvieron al margen", añade.

Paulino Sánchez niega que pueda ocurrir algo similar, porque los estatutos de Gure Okela imposibilitan "que perdamos el control, como pasó en Iparlat". "Su experiencia también nos ha servido para aprender", dice.

La nueva sociedad, en cuyo impulso trabajan técnicos contratados por el Gobierno, no tiene por ahora más socios que los ganaderos. Sánchez indica que las diputaciones forales, iban a entrar en el accionariado, pero que finalmente parece que van a optar por "dar ayudas al ganadero".

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