El PNV puede rechazar los presupuestos del Gobierno Zapatero

El Grupo Vasco en el Congreso de los Diputados ve escasas posibilidades de un acuerdo presupuestario con el Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Además de poner como requisito para sentarse que Madrid cumpla con sus requerimientos en el "conflicto del cupo", la ampliación de la Ertzaintza y el pago de los gastos por el desastre del Prestige, señalan que hay poco tiempo y que la negociación se debía haber impulsado antes. Los nacionalistas consideran que el proyecto de Presupuestos es continuista y abandona la inversión en Euskadi.

"No nos gusta prácticamente nada. Tendrán que cambiar muchas cosas. Además, no nos han llamado y no han mostrado una voluntad de acuerdo", asegura Pedro Azpiazu, diputado en el Congreso del PNV y responsable de temas económicos. El Gobierno central necesitará los votos del PNV para aprobar las cuentas generales del Estado en el Senado, ya que el PP sigue siendo la fuerza mayoritaria con 126 de los 259 escaños. Los nacionalistas temen que los socialistas estén dispuestos a perder la votación en el Senado y luego la levanten en el Congreso. Fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda rechazan esta tesis y aseguran que el Grupo Socialista en el Congreso tiene voluntad de sentarse con todas las fuerzas políticas para negociar.

En todo caso, si la negociación se produce los nacionalistas ponen un requisito previo. Quieren que se apoye al 100% al Gobierno vasco en el conflicto del cupo, la ampliación de la Ertzaintza y las compensaciones del Prestige. Alegan que en junio de este año el Gobierno central logró su apoyo en el Senado en el debate de estabilidad gracias a un pacto alcanzado por el presidente y el lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Pacto al 100%

Los nacionalistas entienden que el acuerdo les daba la razón en un 100% de sus demandas, los socialistas solamente que había un compromiso para negociar. En este momento en el ministerio no se tiene prevista ninguna fecha para tratar esta cuestión.

Fuentes de la Administración central señalan que no entienden la postura vasca del todo o nada y se preguntan por qué el PNV se echo atrás en el principio de acuerdo que cerraba el contencioso del cupo en 28 millones de euros y eleva la cifra a cerca de 50 millones. Desde mayo de 2003 el Gobierno vasco ha descontado cinco veces 32,5 millones que entiende le corresponderían por el incremento de la financiación de la Sanidad desde 2001. Ayer el diputado general de Álava, Ramón Rabanera, dio la razón en el conflicto al Gobierno central y tildó la postura del Ejecutivo vasco de "chiquillería".

Operación ha sido respondida por la Administración central con otro descuento igual de los ajustes por IVA. Además solicita que se le pague lo que gastó en la limpieza de las costas por los daños del Prestige. El ministerio pide las facturas. La tercera demanda es el mecanismo de financiación de la ampliación de la Ertzaintza en 500 agentes, pactado entre ambas administraciones el pasado mes.

Estos contenciosos se han convertido en el argumento del Gobierno vasco para asegurar que el Ejecutivo central mantiene la misma línea de no diálogo que el anterior Gobierno del PP. Si se resolvieran estos contenciosos, las negociaciones presupuestarias estarían también en situación "difícil", según Azpiazu, quien cree que hubiera sido mejor negociar antes de presentar las cuentas.

Así, considera que el gasto presupuestario destinado a I+D+I y a vivienda es escaso y "demasiado continuista". Además, pide que el gasto en investigación se descentralice y se ejecute desde las comunidades autónomas que, a su entender, conocen mejor la realidad. "Lo demás es dilapidar", dice Azpiazu.

Azpiazu se queja también del gasto en inversión pública que no alcanza el 0,8% del total de la inversión regionalizada, una cifra inferior a la de años anteriores donde superaba ligeramente el 1%. "Si antes se olvidaba a Euskadi en la inversión pública ahora más", señalan. A esta queja, responde el ministerio que depende de las grandes infraestructuras y que los programas varían de un año a otro. Dicen que no es la única comunidad autónoma que protesta de esta reducción, que responde a las inversiones pendientes y que puede variar en sentido contrario para el próximo ejercicio. La aspiración histórica del PNV es que la inversión sea similar a la aportación de Euskadi al PIB, que se fijó en el Concierto en un 6,24%. "Tendrá que cambiar mucho el Presupuesto para lograr nuestro apoyo", dice Azpiazu.