Marruecos alquila a largo plazo tierras del Estado para atraer a agricultores españoles
Rabat estimula el traslado de producción y la exportación a Estados Unidos con arancel cero
La presencia de agricultores españoles en Marruecos es discreta, aunque son mayoritarios en la fresa y están introducidos en los cultivos de cítricos. Adoptan un perfil bajo por temor a ser tachados de "traidores" por sus compatriotas. La próxima licitación para la explotación a largo plazo de 90.000 hectáreas de tierras del Estado marroquí a bajos precios va a incrementar substancialmente la implantación de grandes agricultores españoles al sur del Estrecho, según vaticinan las autoridades marroquíes. Desde allí podrán exportar con arancel cero a Estados Unidos.
"Estamos analizando el proyecto marroquí", explica Antonio Martín, productor sevillano de hortalizas. "Es un paso hacia la liberalización, pero hay que leer la letra pequeña antes de lanzarse", añade. Otros tienen menos dudas. Un cultivador andaluz de brócolis, que exporta a Estados Unidos pagando un arancel del 20%, baraja trasladar a Marruecos su producción para no tener que abonarlo y ahorrar también en mano de obra.
El 15 de octubre Rabat sacará a licitación 56.497 hectáreas agrícolas, en 205 lotes, y, poco después, otras 34.000, pertenecientes a la Société de Développement Agricole (Sodea) y a la Société de Gestion des Terres Agricoles (Sogeta), dos empresas deficitarias del Ministerio de Agricultura (www.agripartenariat.ma).
La duración del alquiler oscilará entre 17 y 40 años y el precio de la hectárea se situará un 20% por debajo del de mercado, entre 1.500 dirhams (139 euros) para las de regadío y 4.000 (371 euros) para las fincas de cítricos. En el año 2010 subirá un 10%.
"El precio es abordable porque a la hora de adjudicar los terrenos nuestra prioridad no es recaudar, sino atraer a profesionales", explica Ahmed Hajjaji, presidente de Sodea. Lo importante cuando se evalúen las solicitudes será el nivel de inversión que está dispuesto a hacer el adjudicatario, el empleo que se comprometa a crear y sus referencias profesionales.
Por de pronto, los que resulten beneficiados por la licitación deberán hacerse cargo de la cuarta parte de los 4.700 funcionarios, a la vez que campesinos, que actualmente trabajan esas tierras. El resto, unos 3.500, podrán aprovecharse de un plan social con prejubilaciones.
Hajjaji y Jamal Eddin Jamali, director de producción industrial, acudieron hace diez días a Madrid para explicar, en la sede de la CEOE, el proyecto de privatización de la explotación ante grandes agricultores. En los próximos días se desplazarán a Sevilla y Valencia y también tienen previstos desplazamientos a Francia e Italia. "Son los productores mediterráneos lo que deben estar más interesados", recalca Hajjaji.
"Las empresas españolas parten con una notable ventaja en esta licitación, ya que los cultivos a ambos lados del Estrecho son muy semejantes", asegura Íñigo Moré, editor del boletín Magreb Negocios. Aunque con un perfil muy bajo, para no ser criticados por sus competidores en la Península o Canarias, los agricultores españoles alquilan ya, desde hace años, tierras en Marruecos.
Su discreción impide hacer estimaciones precisas sobre su presencia, pero fuentes del Ministerio de Agricultura señalan que son mayoritarios en el sector de la fresa, cultivada en la región de Larache y Kenitra. En menor medida también están implantados en el sector cítrico cerca de Larache y Agadir y, en torno a esta última ciudad, se dedican además a las hortalizas.
Acuerdos de libre comercio
Además del precio de la tierra, "el libre cambio será una importante motivación para el inversor extranjero", subraya Hajjaji. En enero entrará en vigor el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Marruecos, el más importante de los diez tratados de libre comercio que, de aquí a la primavera de 2005, Rabat está negociando con otros tantos países, desde Turquía a los del Cono Sur latinoamericano. Si las exportaciones agrícolas y agroalimentarias de Marruecos a Europa siguen sometidas a contingentes o aranceles, el 81% de su producción quedará, en cambio, exenta, en enero, de derechos de aduana en EE UU y el resto se beneficiará en poco tiempo del desmantelamiento arancelario.
"Ahora se abren perspectivas muy interesantes para colocar en el mercado estadounidense clementinas, aceitunas de mesa, tomates y aceite de oliva marroquí que competirá con el nuestro", señala un empresario español, "a condición, eso sí, de cumplir los estrictos requisitos fitosanitarios que impone la superpotencia".
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