Los homosexuales se movilizan para lograr la igualdad real

El matrimonio es una meta importante, pero no la última. Apenas un día después de que el Consejo de Ministros aprobara inicialmente la legalización de los matrimonios gays, los colectivos de homosexuales preparan sus próximas luchas por la igualdad real. Por su parte, el Ministerio de Justicia aclaró ayer que la reforma para permitir la boda de personas del mismo sexo no afectará a la Ley de Enjuiciamiento Criminal ni a la de Reproducción Asistida.

En plena celebración de un logro "que parecía imposible hace cuatro años" -según un veterano militante-, las organizaciones de lesbianas, gays y transexuales ya echan cuentas de lo que les falta por conseguir. En el Colectivo de Lesbianas y Gays de Madrid (Cogam), la Fundación Triángulo o la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales no quieren parecer "desagradecidos" o "insaciables", pero creen que todavía queda mucho por hacer.

"Las mujeres hace 25 años que consiguieron la igualdad legal y todavía no disfrutan de una igualdad real", ha dicho el ex presidente de la Federación Estatal y actual secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo. "Por eso no podemos cejar en nuestra lucha, y la visibilidad sigue siendo muy importante". Zerolo ha llevado esta máxima al límite y ha hecho pública no sólo su condición de gay, sino sus intentos de casarse, y su propósito de hacerlo en cuanto pueda, y también de adoptar niños.

"Tenemos que centrarnos en proyectos concretos, como los de atención a los mayores gays y lesbianas, que no tienen residencias especiales para ellos, planes de salud reproductiva de las lesbianas y en que las leyes educativas incluyan nuestra diversidad", ha dicho la presidenta de la Federación, Beatriz Gimeno. El veterano militante Jordi Petit, ex secretario de la Liga Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA), coincide con esa apreciación de Gimeno. "El movimiento tuvo que aparcar sus reivindicaciones en los años ochenta para hacer frente a la epidemia del sida. Hay que buscar incentivos que ayuden a movilizarlo", ha dicho.

El Movimiento de Liberación Gay de Euskal Herria (EHGAM) y Gaytasuna recordaron que aún no se han completado todas las reformas "en pro de una verdadera acción antidiscriminatoria para con la homosexualidad". "Todavía un gay o una lesbiana que digan que lo son pueden jugarse el empleo, un ascenso o tener que sufrir burlas o acoso", afirman en UGT.

Pero quizá quienes ven con más envidia lo conseguido por gays y lesbianas sean los transexuales. Ellas y ellos no tienen inconveniente para casarse una vez que el Registro Civil admite su nueva identidad sexual, pero para eso tienen que pasar por un calvario de operaciones. Piden que la Seguridad Social costee el largo proceso de cambio de sexo.

Por otra parte, el Ministerio de Justicia aclaró ayer que la legalización del matrimonio homosexual sólo obligará a modificar el Código Civil, y no otras normas como la Ley de Enjuiciamiento Criminal o la de Reproducción Asistida (estos cambios sí figuraban en un borrador anterior del anteproyecto de ley aprobado por el Gobierno).

El vocal del Consejo General del Poder Judicial Alfons López Tena, propuesto por CiU, había calificado el viernes de "barbaridad" la negativa de Justicia a que el Consejo informe un anteproyecto que, "entre otras materias, reforma la Ley de Enjuiciamiento Criminal, una norma procesal". Ante la información de que Justicia no reformará esa ley por las bodas homosexuales, López Tena manifestó ayer a EL PAÍS que sigue considerando "una barbaridad" la negativa del ministerio a que el consejo informe sobre el anteproyecto de ley, ya que, según dijo, "necesariamente afectará a cuestiones procesales relacionadas con el juez del Registro Civil y la propia celebración del matrimonio por un juez, además de afectar a cuestiones jurídico-constitucionales relacionadas con el ejercicio de derechos fundamentales ante los tribunales", informa Bonifacio de la Cuadra.