Pinochet endosa a sus subordinados los crímenes de la Operación Cóndor

El ex dictador Augusto Pinochet negó recordar la Operación Cóndor, realizada por las dictaduras suramericanas para eliminar opositores y coordinada por Chile en los años setenta y ochenta, en el interrogatorio que le practicó el sábado el juez Juan Guzmán y cuyo contenido íntegro se conoció ayer. "No, no me acuerdo y no era problema mío. Yo era presidente y después estaban los servicios de inteligencia, eso era cosa, me imagino, de mandos medios. Ni Cóndor ni nada de eso era problema mío", respondió al juez.

La transcripción muestra a un Pinochet que hilvana unas pocas frases y responde, como en otras ocasiones, negando su responsabilidad y endosándola a sus subordinados. Guzmán deja constancia de que el inculpado declara usando audífonos en ambos oídos porque dice tener dificultades, y más adelante, que suspira y le cuesta responder. Después de que Pinochet contesta la séptima pregunta, el juez vuelve a dejar constancia de "que el declarante está congestionado y la respiración no es normal y se escucha fuertemente su tos", y suspende la diligencia.

Pinochet, de 88 años, no se salió de su libreto. Recordó los nombres de sus ex jefes de inteligencia, y antes de que se lo preguntaran dijo que éstos le informaban "de la seguridad nacional, no de la seguridad chica. Todos son subalternos cuando uno es presidente de la República". Admite que se reunía a diario con el jefe de la DINA, Manuel Contreras, pero "para que me informara de la situación limítrofe que se vivía con Argentina".

Preguntado sobre si dio órdenes a Contreras para practicar detenciones, interrogatorios, torturas, desapariciones, responde: "Yo era presidente, no me iban a informar de cosas chicas. Me informaban de cosas grandes como lo de Argentina". Algo similar responde cuando el juez le lee una lista de 24 víctimas: "Yo estaba arriba. No daba órdenes con las personas mencionadas. No conozco a ninguna de esas personas".

El juez resolvió ayer que se practiquen exámenes médicos a Pinochet el próximo jueves, en su domicilio, mientras los abogados querellantes le pidieron procesar primero, detener y embargar los bienes del inculpado.