Los institutos que lo pidan tendrán máquinas de preservativos

El debate sobre la instalación de máquinas expendedoras de preservativos en los institutos vuelve a las aulas, pero ahora abandona el terreno teórico y se presenta con un plan y una financiación específicos. De forma conjunta, ayer las titulares de los departamentos de Educación, Marta Cid, y de Salud, Marina Geli, presentaron el programa Salud y Escuela, que, entre otras cuestiones, prevé que la Generalitat instalará máquinas dispensadoras de preservativos en los institutos de enseñanza secundaria siempre que el consejo escolar del centro así lo decida.

La instalación de máquinas de condones en los institutos públicos fue un proyecto del Gobierno de Convergència i Unió de enero de 2002 y formaba parte de una campaña para combatir la expansión del sida. Las fuertes presiones y numerosas protestas por parte de grupos católicos y ultraconservadores forzaron a Eduard Rius, titular del Departamento de Sanidad por aquel entonces, a aplazar su aplicación. En aquella época más de 200 institutos de toda Cataluña se mostraron interesados en instalar las dispensadoras de preservativos.

Profesional asesor

Otra de las iniciativas destacadas del nuevo plan sanitario para las escuelas radica en que los centros puedan contar con un profesional sociosanitario para asesorar a los estudiantes de tercero y cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que actualmente hay en Cataluña en cuestiones como los trastornos alimentarios, los embarazos no deseados, el alcohol, el tabaco o las drogas.

Las previsiones de la Administración autonómica señalan que en el curso 2007-2008 todos los institutos cuenten con este técnico sociosanitario.

Los institutos catalanes públicos y los centros de educación privados deberán tener un espacio físico para que el profesional sanitario pueda atender unas horas a la semana a los jóvenes de tercero y cuarto ciclo de ESO que pidan su asesoramiento.

La puesta en marcha de este plan conjunto de los dos departamentos coincide con el incremento de embarazos no deseados entre jóvenes de 14 a 17 años, con el aumento de trastornos de la alimentación, además de un mayor consumo de alcohol, tabaco y drogas entre el segmento estudiantil de secundaria.

El plan Salud y Escuela, que empezará a funcionar a partir de enero de 2005 y que cuenta con un presupuesto de 1,8 millones de euros, ha sido diseñado por los dos departamentos y busca fomentar la promoción y prevención de la salud en la escuela entre los adolescentes. El objetivo es reducir y prevenir comportamientos que pueden influir negativamente en su salud. Para la consejera Marta Cid, el plan busca "la creación de un circuito" y "la coordinación" entre profesores y personal sanitario con el objetivo de "dar respuesta a las necesidades de los adolescentes" y detectar, lo antes posible, las problemáticas que les puedan afectar.

La clave del programa es abrirse a los estudiantes y que éstos puedan preguntar y asesorerse en su propio terreno -el centro escolar- , ya que, como recordó Marina Geli, los jóvenes son "reticentes a acudir por sí solos al médico".

Respecto a la aplicación del plan, Geli señaló que para acercar la promoción y prevención de la salud a los jóvenes, cada instituto estará asignado a un Centro de Atención Primaria (CAP) de referencia. Será un profesional de este mismo CAP el que acudirá una vez por semana durante unas horas al insituto para atender a los alumnos. Serán "consultas personales y confidenciales", precisó Geli, aunque en caso de detectarse un problema serio, el especialista tratará de convencer al joven para que se lo hable con su familia.

Este profesional, cuyo perfil técnico puede ser el de enfermero, pediatra, médico de familia o farmacéutico, asesorará al joven sobre sus dudas en materia de salud y, en caso de detectar un trastorno, el joven podrá dirigirse a un centro especializado, como el Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil, el Centro de Atención a las Drogodependencias o el Programa de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva, dependiendo de la problemática.

Las zonas que pondrán en marcha este mismo curso el proyecto son El Prat de Llobregat, Viladecans, Mataró, Granollers, Les Franqueses, Santa Coloma de Gramenet, el Baix Empordà, el barrio de Ciutat Vella de Barcelona, Reus, Cornellà de Llobregat, Igualada y las ciudades de Girona, Lleida y Tarragona.