Nuevo 'superministro' argentino
El titular de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, refuerza su poder tras forzar la salida del presidente del banco central por criticar su política
El relevo de Alfonso Prat-Gay de la presidencia del Banco Central argentino decidido en la madrugada de ayer confirma el fortalecimiento del ministro de Economía, Roberto Lavagna, que ha obtenido la plena confianza del presidente Kirchner en su pugna con el titular del banco emisor de cara a la decisiva negociación sobre la deuda en manos de acreedores privados. Esta es la interpretación generalizada de la sustitución de Prat-Gay, 39 años, por el economista Martín Redrado, 43 años, que ocupaba la secretaría de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales. Menos de 24 horas antes de que el Gobierno anunciara el viernes por la noche el cambio, todo indicaba que Prat-Gay sería confirmado en el cargo.
La disputa entre Lavagna y Prat-Gay tiene que ver con concepciones divergentes sobre la independencia del Banco Central y lo que el presidente saliente llama "institucionalidad" del banco, cuando recuerda que en 74 años la máxima jefatura ha cambiado en 35 ocasiones. A modo de ejemplo, desde que Lavagna fue designado ministro de Economía por el ex presidente Eduardo Duhalde, en abril de 2002, el Banco Central ha tenido tres presidentes, Mario Blejer, Aldo Pignanelli y Prat-Gay.
En esta ocasión, el relevo, aunque sorprendente, no ha generado ninguna sacudida en los mercados financieros. El perfil de Prat-Gay y de Redrado, dos economistas considerados heterodoxos, tienen notables puntos en común, no ajenos a su formación en Estados Unidos y su respetado perfil técnico. Nada que objetar a ninguno de ellos en Wall Street y en los círculos financieros. Las primeras reacciones, tanto en Buenos Aires como en Nueva York, vaticinan que Redrado seguirá la política monetaria vigente, aunque advierten que el Banco Central perderá independencia, lo que no es ninguna novedad en la historia del banco.
La Bolsa porteña cerró en alza y la cotización del dólar se mantuvo estable, a 3,02 pesos. Bien es cierto que contribuyó al buen clima en los mercados la decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI), también en la madrugada de ayer, de postergar por un año los pagos que Argentina tenía que desembolsar en los próximos cinco meses en concepto de vencimientos por un total de 1.100 millones de dólares.
El nuevo titular del Banco Central tiene un perfil más político que su antecesor, y en el ejercicio de la función pública ha mostrado gran habilidad a la hora de sobrevivir a distintos gobiernos, siempre de signo peronista. Redrado debutó con el Gobierno de Carlos Menem, quien le nombró presidente de la Comisión Nacional de Valores. Aquel joven con un master de Harvard bajo el brazo empezó a ser conocido con el apodo de golden boy. Durante el Gobierno de Fernando de la Rúa (Partido Radical) fue asesor económico del gobernador de la provincia de Buenos Aires Carlos Ruckauf (peronista). El presidente provisional Eduardo Duhalde le nombró viceministro de Asuntos Exteriores en cuyo puesto mantuvo su destreza técnica. Kirchner le mantuvo en el mismo Ministerio al frente de las relaciones económicas internacionales.
El nuevo equipo del Banco Central ha dejado claro que mantendrá el tipo de cambio (el dólar a tres pesos) y se mantendrá al margen de las negociaciones sobre la reestructuración de la deuda que lleva a cabo el Ministerio de Economía, cuya última propuesta a los acreedores privados contempla un quita superior al 75%, es decir, el valor del dólar quedaría reducido a 25 centavos. Prat Gay señaló en más de una ocasión que el plan del equipo de Lavagna sobre la deuda era bueno pero había sido mal vendido al mundo. El presidente Kirchner, que viaja este fin de semana a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, ratificará la propuesta argentina sobre la deuda, según indicaron fuentes oficiales en Buenos Aires.
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