Borrell admite el riesgo de rechazo a la Constitución europea
El presidente del Parlamento Europeo, el español José Borrell, admitió ayer que existe "el riesgo" de que Reino Unido, Francia o Polonia, "y quizás algunos más", rechacen la primera Constitución de la UE aprobada por los jefes de Estado y Gobierno el pasado junio. En esos países se celebrarán referendos sobre el Tratado Constitucional en los próximos meses, y en los tres han surgido importantes movimientos políticos y sociales en contra de la Carta Magna europea.
Borrell pronunció ayer su primer solemne discurso en el pleno de la Eurocámara tras su investidura, y destacó que hay que "europeizar" el debate sobre la Constitución, de forma que los ciudadanos "se pronuncien sobre el texto del Tratado Constitucional, y no en función del contexto político de cada uno de sus países". Se trata, señaló, de "evitar cuestiones de política interna, como sucedió en las pasadas elecciones europeas".
El presidente de la Eurocámara se mostró partidario de que los Gobiernos europeos se coordinen a la hora de organizar los referendos o las ratificaciones de la Constitución en los parlamentos nacionales. Ayer mismo, la Comisión de Asuntos Constitucionales aprobó una propuesta de resolución en la que sugiere que todos los referendos (hay ya una decena de países que han decidido hacerlos) se celebren entre el 5 y el 8 de mayo. Por el momento, sin embargo, no hay tal coordinación. España será quizá el primer país donde se celebre la consulta, posiblemente a finales de febrero, pero Reino Unido y Francia prevén hacerlo en la segunda mitad de 2005.
Adhesión de Turquía
Las campañas de los referendos, además, se mezclarán con el debate sobre la posible entrada de Turquía en la Unión, un asunto de especial sensibilidad en la UE. Borrell anunció ayer que el Parlamento Europeo hará su propio informe sobre Turquía antes de que los jefes de Estado y Gobierno decidan en diciembre si abren o no las negociaciones de adhesión con Ankara. "Sería inconcebible que estuviésemos callados sobre un tema que, al final del camino, no podrá decidirse sin nuestro acuerdo", dijo Borrell.
El presidente aseguró que "el reto más importante de la Europa del futuro es la relación con el mundo islámico", que pasa por Irak, Afganistán y Palestina. Recordó que en Europa hay ya 10 millones de musulmanes y 1.000 millones en todo en el mundo. "Es nuestra responsabilidad demostrar al mundo musulmán que no trazamos nuestras fronteras según el choque de civilizaciones que algunos están empeñados en provocar".
Borrell también destacó en su intervención la conveniencia de ampliar el número de lenguas oficiales en la Cámara, donde "ya conviven 25 tradiciones parlamentarias y se expresa en 20 lenguas oficiales de trabajo, con la complejidad que eso conlleva". "Son muchas y, sin embargo, todavía no representan toda la diversidad lingüística de Europa", señaló en referencia a las propuestas de que también puedan utilizarse el vasco, el gallego o el catalán.
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