La vendimia arranca con precios a la baja por el temor a excedentes

Precios a la baja y falta de acuerdos sobre la cotización de la materia prima entre los viticultores y los industriales constituyen los datos de referencia más importantes en relación con la actual campaña vitivinícola. La temporada de vendimia ha arrancado con esos nubarrones, que unidos a la reducción de la demanda, provoca el temor de que se produzcan excedentes. Agricultura trabaja en un plan a medio y largo plazo para evitar la crisis del sector.

En medios agrarios y de la Administración existe preocupación por el comportamiento de los mercados vitivinícolas en los últimos meses, con recortes en la demanda interior y estabilidad en las exportaciones, lo que supone un aumento de los excedentes especialmente de la uva dedicada a los vinos de mesa.

Dejando a un lado las cotizaciones elevadas que se pagan por las uvas de calidad en las denominaciones de origen más importantes que pueden superar los 1,20/1,50 euros kilo, los precios medios para los blancos se hallan entre 0,12 y 0,15 euros y de 0,24 a 0,30 euros para las variedades de tintos.

Al margen de acciones coyunturales como la posibilidad de poner en marcha una destilación de crisis, Agricultura quiere elaborar, de acuerdo con el sector y las comunidades autónomas, un plan a medio y largo plazo para asegurar la viabilidad de las producciones con una mayor demanda interior y exterior. En esta línea ha sido pionero el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la constitución la pasada semana de la Fundación del Vino para promover su demanda con acciones que se financiarán mediante aportaciones públicas y del sector.

Ordenar la producción

Para el responsable del vino de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Manuel Sánchez Brunete, además de potenciar la demanda, las salidas pasan también por una mayor ordenación de la producción y la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) y no tienen ningún sentido parches de coyuntura. COAG insta a la eliminación de unas 100.000 hectáreas ilegales y una política que apoye la calidad de la uva frente a producciones masivas que se benefician con la regulación actual.

A lo largo de la campaña pasada la producción de vino en España fue de 47,3 millones de hectolitros. Gracias a unas bajas producciones en Francia o Italia, aumentaron las exportaciones de graneles a ambos países y fue posible enviar a la destilación para obtener alcohol para uso de boca 7,3 millones de hectolitros sobre un total de 10,6 millones de hectolitros fijados para toda la Unión Europea. A pesar de ello, los excedentes aumentaron de unos 33 a 36 millones de hectolitros.

Esta temporada, frente a unas previsiones similares a las de la campaña anterior, las malas condiciones climatológicas de los últimos meses y la existencia de algunas enfermedades en las cepas se han traducido en un recorte de las previsiones que llegan a tan sólo 43 millones de hectolitros. A diferencia del pasado año, durante esta campaña las cosechas que se recogen en Francia e Italia serán normales, lo que supondrá un freno en las ventas en el exterior. Igualmente se teme que haya una mayor demanda en otros países para la entrega de vino para destilación, lo que podría suponer un recorte de las entregas españolas.