El ex director de la BBC acusa a Blair de presionar a la cadena pública

Greg Dyke abandonó forzado la dirección de la BBC, el pasado enero, a consecuencia de la investigación Hutton sobre la muerte del científico David Kelly. El popular ex directivo de televisión, además de anterior donante del Partido Laborista, repasa en sus memorias la guerra desatada entre Downing Street y el ente público durante los preparativos de la invasión de Irak y lanza dardos directos contra el primer ministro, Tony Blair, y su entonces director de comunicación, Alastair Campbell, al que llama "matón".

En Inside story, la autobiografía de Dyke que ayer comenzó a publicar por entregas el dominical The Observer, el anterior director general de la BBC desvela la presión ejercida directamente por Blair sobre los altos cargos del ente estatal. En una acción sin precedentes conocidos en las relaciones entre el Gobierno y la radiotelevisión británicas, el primer ministro escribió al director de la BBC y al presidente de su junta de gobernadores criticando la cobertura de los eventos anteriores a la guerra iraquí y presionando por una versión de la situación más favorable a la postura gubernamental.

"Creo, y no soy el único en creerlo, que ustedes no han acertado en el equilibrio entre apoyo y disconformidad; entre las voces del régimen iraquí y las voces de disidentes iraquíes; entre el apoyo diplomático que tenemos y la oposición diplomática", escribió el primer ministro en marzo de 2003, una semana antes de la entrada de tropas aliadas en Irak. Blair también reconoce en su carta que Campbell llevaba tiempo "presionando" a la BBC "para asegurar una mayor cobertura de las restricciones en las que operan los medios iraquíes".

En el libro, Dyke alega que Blair "renegó" de un acuerdo previo que hubiera evitado su forzada dimisión y sugiere que la salida de Downing Street de Campbell, en plena investigación Hutton, fue una decisión directamente tomada por el primer ministro. Respecto a la gestión de la guerra su veredicto es claro: "Blair fue un incompetente o mintió. La historia no estará de su lado. Mostrará que todo este episodio es un gran escándalo político. Blair ya no es alguien en quien se pueda confiar".