Brasil se moviliza contra el asesinato de mendigos en la calle

Las autoridades brasileñas se han movilizado para luchar contra los asesinatos de mendigos en el centro de São Paulo. Nueve indigentes han muerto desde el jueves y seis están heridos graves. Mientras el ministro de Justicia, Márcio Thomaz Bastos, se comprometió a combatir los crímenes "con la mano dura del Estado", la alcaldesa de la ciudad, Marta Suplicy, apremió a los ciudadanos a defender a los vagabundos.

Durante la manifestación de repulsa que el pasado domingo se celebró frente a la catedral de São Paulo, el ministro de Justicia fue contundente: "El caso choca e indigna a todo el país y debe ser castigado con la mano dura del Estado". Además, ofreció al gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, la ayuda de la policía federal para descubrir a los culpables, de los que hasta ahora no se tienen muchas pistas.

La policía y los médicos que han realizado las autopsias de los indigentes asesinados sostienen que los autores de todos los crímenes actuaron de la misma forma. Las víctimas fueron atacadas mientras dormían en el centro de São Paulo y fueron salvajemente golpeadas en la cabeza, probablemente sirviéndose de una pala o barra de hierro.

La policía baraja varia hipótesis, tras descartar que fuera un ajuste de cuentas entre mendigos. Por un lado, que fueran traficantes de droga o alguna banda de skinheads. Pero también podrían ser criminales contratados por comerciantes del centro, que se quejan de su presencia.

Los políticos municipales están en campaña electoral en São Paulo y se echan la culpa entre ellos por la matanza de mendigos. La alcaldesa asegura que en la ciudad -con 16 millones de habitantes, dos de los cuales viven en favelas miserables- se ha duplicado el número de plazas para los indigentes en los albergues: de 3.200 a 7.500. Pero afirma que muchos se niegan a acudir a ellos, porque no pueden beber ni consumir drogas. Además, Suplicy asegura que São Paulo cuenta con la mayor red de protección para los vagabundos de todo el país.

Sin embargo, el cardenal arzobispo de São Paulo, Claudio Hummes, denunció durante la manifestación del domingo la "falta de voluntad política" para resolver el problema de los miles de mendigos que pueblan la ciudad, muchos de ellos por falta de trabajo. En su opinión, las autoridades tardaron demasiado en reforzar la seguridad en São Paulo.

Las críticas del cardenal Hummes fueron aplaudidas por varias organizaciones no gubernamentales. El abogado Arielde Castro Alves, del Movimiento Nacional de Derechos Humanos, afirmó que, si existe alguna razón por la que los autores de los crímenes han podido seguir actuando, es porque "gozan de la certeza de la impunidad". Y continuó: "Lo han hecho sin esconderse, justo al lado de los edificios de seguridad pública, del Ayuntamiento y de la Corte de Justicia".