Costera del bonito agridulce

La costera del bonito aún continúa, pero parece que los arrantzales van a poder resarcirse de la mala campaña de 2003, a tenor de los resultados obtenidos para finales del julio. Desde que salieron a faenar a principios de junio hasta el pasado día 31, los pescadores vascos habían capturado en la mar un total de 4.044.852 kilos de bonito, cifra que duplica la cantidad de túnido atrapado el pasado año para esas mismas fechas, 2.033.315 kilos. ¿Cómo se explica? "Para que entre bonito el agua debe estar a buena temperatura, unos 18 grados, y lo está. Y tiene que haber comida, que la hay", coinciden portavoces de las cofradías de Guipúzcoa y Vizcaya".

Pero los arrantzales no quieren echar las campanas al vuelo. "Siempre digo que no hay que contar cómo se empieza sino cómo se termina", dice con cautela el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Guipúzcoa, Jaime Tejedor. "Sobre todo, cuando aún no ha hecho más que empezar el mes de agosto, que suele ser el más importante". En todo caso, en Guipúzcoa se ha pasado de los 1.081.352 kilos de bonito capturados a finales de julio en 2003 -vendido a un precio medio de 2,90 el kilo- a los 2.153.478 de 2004, a 2,45 euros en lonja. Los arrantzales de Vizcaya habían pescado el año pasado para esa misma fecha 951.963 kilos, frente al 1.891.374 de este año.

Es verdad que en esta campaña, en la que participan unas 280 embarcaciones con 2.000 personas, "las capturas han sido superiores". Tejedor no tiene problema en reconocerlo. Pero también llama la atención sobre los precios, como lo hace su predecesor en el cargo, Esteban Olaizola. "Estamos hablando de precios de hace 10 años y entonces teníamos el doble o el triple de capturas", explica. "Mientras no tengamos una marca propia, un label, va a seguir ocurriendo, porque están trayendo pescado de fuera a dos perras", apunta Olaizola. "Lo grave además", añade Tejedor, "es que vas a la plaza y está a 10 euros".