"En tres años tendremos 20 hoteles más en España"
El grupo estadounidense tiene fijados para la península Ibérica sus planes de expansión más "agresivos"
Holandés, nacido en Blaricum hace 46 años, Roeland Vos es presidente para Europa, África y Oriente Próximo del grupo hotelero Starwood desde enero de 2000. La apuesta del grupo es España, y su presencia en la inauguración del nuevo hotel Sheraton de Bilbao así lo confirma. Vos controla 180 hoteles en 47 países con las siete marcas del grupo, todas para establecimientos de cinco estrellas: Sheraton, Westin, Four Points, Saint Regis, The Luxury Collection y W. Asegura que sus hoteles son rentables y cifra el umbral en una ocupación del 60%.
Pregunta. ¿El sector hotelero se ha recuperado ya en Europa como lo viene haciendo en EE UU y Asia?
Respuesta. En los últimos seis o siete meses he visto mejoras en algunas zonas, como Londres. Realmente se ha visto crecer el negocio, y esto es un indicativo. La recuperación la marca primero Nueva York, al año viene Londres y, luego, unos seis meses después, llega Europa, con Madrid, París, Francfort, Amsterdam... Pero hemos tenido sitios excepcionales como Roma, donde hemos visto el retorno del cliente americano, que para nosotros es importantísimo.
"Los hoteles que están en construcción ahora mismo en España y Portugal suponen una inversión de 360 millones de euros"
"Para los nuevos hoteles buscamos arquitectos de renombre, porque si quieres hacer algo especial tienes que dar algo especial"
P. ¿Se presenta un buen año?
R. Un año bueno, pero no excepcional. No del tipo del año 2000, que fue lo máximo.
P. ¿Cuáles son sus perspectivas?
R. Tenemos seis marcas, y para todas hay diferentes oportunidades. En todas vemos crecimiento del número de hoteles. El crecimiento más grande con vistas al futuro es en España y Portugal. Tenemos el nuevo hotel de Bilbao, el de Oporto, un contrato firmado en Elciego (Álava) con Marqués de Riscal, también un contrato en Evora. Son contratos que vienen porque los propietarios ven la fuerza de nuestra marca.
P. ¿Son los propietarios los que les buscan o es a la inversa?
R. Los dos. Tenemos un grupo de desarrollo, pero la mejor publicidad que podemos tener es el cliente, en este caso el propietario de hoteles, que está contento con los servicios y los resultados económicos. Son los propietarios los que vienen a hablar con nosotros y ver oportunidades. Tenemos una cartera con más demanda de la que podemos abarcar.
P. ¿Tienen planes de inversión propios, independientes de la matriz?
R. Sí. En principio somos una compañía de gestión de hoteles, pero tenemos todas las formas de cooperación con los propietarios. Tenemos en proyecto un hotel de Barcelona, un W, que era un desafío importante. En España hay otros tres proyectos trabajando y cinco en construcción.
P. ¿De qué volumen de inversión hablamos?
R. Difícil dar un número. Los que están en construcción ahora mismo en España y Portugal son 360 millones de euros. Es la inversión conjunta entre el propietario y la cadena. Para nosotros lo importante es tener hoteles de alta calidad. No solamente decir que tenemos 10 hoteles más, no. Se trata de hoteles que den valor a nuestra marca, una marca que en el futuro puede crecer y dar una imagen al cliente final de cinco estrellas.
P. ¿No están dispuestos a entrar en cualquier sitio?
R. No. No, para nada. No entramos en los sitios donde no vemos una oportunidad de dar un valor al propietario, sea un tercero o nosotros.
P. ¿Siendo España una potencia turística, consideran que el tipo de turista de futuro va a cambiar y por eso han apostado por este mercado?
R. Sí. Nosotros vemos que en realidad el tipo de turismo de lujo, el cinco estrellas, que es golf, que es spa, que es visitantes de ciudades como el nuevo Bilbao, son clientes diferentes, de más alto nivel que los de hace 10 años. Queremos desarrollar todas nuestras marcas en España. Bilbao es un ejemplo del cambio que se está produciendo. No hay más que compararlo con hace 10 años.
P. Pero fuera del tradicional circuito de sol.
R. Congresos, ciudades, negocios... Éstos son los clientes que se pueden permitir usar estos hoteles, que tienen un precio elevado.
P. ¿Cuál es su plan exacto de crecimiento en España?
R. Los objetivos son muy agresivos, sobre todo en España. Podemos tener tres veces más hoteles en los próximos cinco años. Son cantidades que no dicen mucho si se habla de comprar una cadena, pero en España trabajamos en hoteles individuales. En tres o cuatro años habrá unos veinte hoteles más que ahora.
P. ¿Cómo funciona la cuenta de resultados? ¿Se busca la rentabilidad de cada hotel? ¿Y si no funciona?
R. En realidad, antes de entrar dentro de un hotel lo estudiamos. Hay cosas que cambian, pero no entramos en donde no creemos que se pueda financiar el negocio. Si después hay cosas que surgen, y no se cumplen las expectativas, se discute, pero en realidad casi todos los hoteles son muy rentables.
P. ¿Tiene algún índice de fracaso?
R. Los fracasos ya se han vendido. En España hay un caso, pero es un hotel que no debería entrar en nuestras marcas y tiene un nivel de costo que no tiene el mercado. Tenemos que hablar con otro gestor que lo transforme en un cuatro estrellas y haga un trabajo mejor que el nuestro. Es una situación excepcional. Tenemos uno en España y dos o tres en Oriente Próximo que no estaban al nivel aceptado. Todos los nuevos son súper.
P. ¿Después de los conflictos laborales, como la huelga de 68 días seguidos en el hotel María Cristina en San Sebastián, no les ha dado miedo invertir en el País Vasco o en España por miedo a la conflictividad?
R. Ése es el riesgo de tener cualquier negocio. Nosotros creemos que el País Vasco es una zona donde invertir. Vemos lo que están haciendo en Bilbao con sus infraestructuras, metro, aviones, Guggenheim, la feria... Todas esas cosas son importantes para un país. Creemos realmente que esta parte del país va a subir de una forma increíble. Cuando se tiene un negocio son cosas que hay que afrontar. Se discuten normalmente las cosas y llega a un punto de encuentro. Son riesgos del trabajo.
P. Sus nuevos hoteles los hacen de la mano de arquitectos de renombre, como el que ha diseñado Frank Gehry en Elciego (Álava) para Marqués de Riscal. ¿Es su apuesta de futuro?
R. Sí. Realmente pienso que si quieres hacer algo especial tienes que tener algo especial, y el diseño y la arquitectura es una forma de hacer una experiencia de calidad que no se puede encontrar en un hotel cualquiera. Esto hace que nuestras marcas se puedan separar de las otras marcas que pueda haber en España.
P. ¿Cuando llega un cliente le ponen ustedes la marca, o vienen los promotores buscando alguna en concreto?
R. Lo más importante es lo que pensamos en conjunto de lo que quiere el mercado. Hay ciudades donde W lo puede hacer muy bien, y otras donde es el Sheraton o el Western. Tenemos expertos en marketing que hacen análisis de mercado y tenemos la discusión para obtener el mejor resultado.
P. ¿Hay mucha diferencia entre marcas?
R. Tiene diferencias que son dentro de la gama de cinco estrellas y no son enormes. Pero los estándares son diferencias. Lo importante es que el cliente de Sheraton no encuentre siempre la misma arquitectura, pero sí los mismos estándares, que se sienta en un Sheraton.
Sólo cinco estrellas
Starwoods Hotels & Resorts es una sociedad estadounidense que cotiza en la Bolsa de Nueva York y es uno de los líderes del sector hotelero mundial en su gama más alta: cinco estrellas. La empresa cuenta con 750 hoteles en 82 países, y 110.000 empleados con seis marcas diferentes: Sheraton, Westin, Four Points, Saint Regis, The Luxury Collection y W. El resultado de la empresa al cierre del primer trimestre fue de 283.000 dólares, con unos ingresos un 13% superiores a los de los tres meses anteriores: 1.230 millones de dólares.
La cadena se centra en dos tipos de cliente, el viajero de negocios y el de ocio, esencialmente visitantes extranjeros. Su cliente es una persona de altos ingresos económicos que "puedan permitirse el precio de las habitaciones". Como empresa estadounidense tiene en su país uno de los principales ocupantes de sus hoteles en otros mercados. El atentado del 11-S en 2001 en el corazón de Manhattan causó una importante caída del turismo de este país. Este retroceso obligó a Starwood a pescar en otros mercados a sus clientes. Así, miraron a Rusia y a Japón. La táctica sirvió para sobrevivir, pero la vuelta de los estadounidenses les está sirviendo. Las cifras no son iguales a las de 2000, pero rondan ya las de 2001. Roeland Vos, presidente del grupo para Europa, África y Oriente Próximo, cree que durante un periodo el viaje ha sido de carácter local, pero con el tiempo vuelven las ganas de salir. Así, cree que las tragedias se olvidan también más rápido que en el pasado.
La segunda pata del negocio de Starwood es el turismo a tiempo compartido, la multipropiedad. En Europa, su presencia en este tipo de negocio es incipiente, pero su aspiración es incrementar su actividad, como ya la tienen desarrollada en EE UU. Durante los últimos años de parón turístico los grandes grupos internacionales se han apoyado en este sector para aguantar el tirón.
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