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La Conferencia Nacional de Irak se retrasa dos semanas por petición de la ONU

Otros cinco extranjeros son secuestrados y dos soldados de EE UU mueren en ataques

La Conferencia Nacional, que pretendía ser el primer paso de Irak hacia su ansiada democracia, se retrasó ayer hasta el 15 de agosto debido a presiones de Naciones Unidas. El presidente del comité preparatorio de la conferencia, Fuad Massum, dejó entrever su malestar e insistió en que no existen razones de seguridad, a pesar de que la violencia y los secuestros continúan, y después de una jornada, la del miércoles, con más de 120 muertos. En medios políticos iraquíes se teme que detrás de este retraso venga el de las elecciones generales, previstas para enero.

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El malestar era evidente entre los miembros del comité preparatorio que, según Ahmed Chalabi, uno de ellos y líder el Congreso Nacional Iraquí (CNI), había "decidido por unanimidad" su celebración el sábado. Supuestamente, los 1.000 notables que debían participan están en Bagdad. Según Chalabi, que denunció amenazas del anterior enviado de la ONU, Lajdar Brahimi, de "deslegitimar" la Conferencia Nacional, "el juego de Naciones Unidas no es bueno, ni útil para Irak".

Pese a que ha habido ciertas reservas sobre la selección de los 1.000 notables y de que el líder radical chií Múqtada al Sáder decidió boicotearla, existe un amplio consenso político sobre la importancia de la conferencia en la que estarán representadas todas las etnias, religiones, partidos políticos y tribus de Irak.

Durante sus dos días de duración deben elegirse a 80 de los 100 miembros del Parlamento interino. Los otros 20 son los miembros del antiguo Consejo de Gobierno que no obtuvieron cartera en el nuevo Gabinete.

La conferencia debía de haber empezado ayer, pero tras muchas discusiones con Yamal ben Omar, un representante de Naciones Unidas, el comité determinó que sería el "último día dentro del plazo establecido", es decir el 31. Según Massum, la presencia de Ben Omar legitimaría la conferencia aunque no pudiera asistir el nuevo enviado de Kofi Annan para Irak, el paquistaní Ashraf Jehangir Qazi. Varios miembros han amenazado con retirarse si se produce un nuevo retraso.

Parlamento interino

"La conferencia pretende unir a todos los iraquíes y el comité ha preparado todo para ello, pero Naciones Unidas le aconsejó tomarse unos días más para continuar el diálogo con algunas facciones iraquíes y reforzar el papel de los medios de comunicación", dijo Ben Omar en una conferencia de prensa.

El Parlamento interino que salga elegido de la conferencia tendrá poder de veto sobre las decisiones del Gobierno interino que se ha dotado de un alto grado de poderes con el fin de combatir la insurgencia y el terrorismo.

Tras el horror del miércoles que dejó más de un centenar de muertos, la jornada de ayer fue relativamente tranquila, pese a que el mando militar estadounidense reconoció la muerte de dos soldados norteamericanos, uno a causa de sus heridas tras sufrir una emboscada en la ciudad de Hawija, al norte de Irak, y otro tras la explosión de una bomba artesanal en el noroeste de Bagdad, según informó el Ejército estadounidense en la capital iraquí. También murió un soldado polaco y cuatro resultaron heridos "en un ataque dirigido contra un convoy de varios vehículos cuando circulaba entre Hilla y Bagdad", según declaró en Varsovia el ministro polaco de Defensa, Jerzy Szmajdzinski.

Sin embargo, la crisis de los secuestros sufrió una nueva vuelta de tuerca con el asesinato a última hora de la noche del miércoles de los dos paquistaníes secuestrados. El portavoz de la Embajada paquistaní en Bagdad confirmó ayer el asesinato de los dos paquistaníes por el autodenominado Ejército Islámico de Irak, que había anunciado el miércoles la cadena de televisión árabe Al Yazira. El Gobierno de Islamabad condenó estos asesinatos, que calificó de crímenes "contra la humanidad y el islam". El pánico entre la escasa comunidad internacional que reside en Bagdad es evidente. Ayer fueron secuestrados cuatro jordanos y un somalí, todos ellos camioneros. Mientras, los captores de otros siete camioneros de diferentes nacionalidades anunciaban su intención de decapitar hoy a uno si la empresa kuwaití para la que trabajan no abandona sus actividades en Irak.

Vasta operación en Tikrit

Durante la noche de ayer, en la región de Tikrit, 180 kilómetros al noroeste de Bagdad, se realizó una vasta operación conjunta entre efectivos de la Guardia Nacional iraquí y del Ejército norteamericano para detener a 39 personas sospechosas de cometer atentados en distintas partes del país. No hubo que lamentar víctimas en la redada.

Por la noche se produjo un nuevo ataque de la aviación estadounidense contra la localidad de Faluya, según informaron habitantes de esta ciudad, bastión de la resistencia suní, a las agencias de prensa internacionales. A última hora de ayer no había ninguna información sobre posibles víctimas. En las últimos meses se han producido varios ataques de la aviación estadounidense contra casas en Faluya, situada unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, contra presuntos militantes de la red del terrorista jordano Abu Musa al Zarqaui, que causaron numerosas víctimas civiles.

[Por otra parte, el ministro de Defensa de Ucrania, Yevgueni Marchuk, afirmó ayer que sus soldados no pueden estar "largo tiempo" en Irak y que negociará el plazo de su salida con Estados Unidos y Polonia, en cuyo contingente están integrados los 1.650 efectivos ucranios, informa Efe.]

Un secuestrador apunta a un rehén indio en Irak, en un vídeo difundido ayer. 

/ REUTERS
Un secuestrador apunta a un rehén indio en Irak, en un vídeo difundido ayer. / REUTERS

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