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LAS CONSECUENCIAS DEL 11-M | La comisión parlamentaria

Acebes no recuerda que le informaran de que los primeros detenidos eran indios y marroquíes

El ex ministro sostiene que ningún dato desvirtuó la hipótesis de ETA hasta la tarde del 13-M

Miguel González

Diez horas ininterrumpidas duró la comparecencia del ex ministro del Interior Ángel Acebes ante la comisión del 11-M. Diez horas en las que sólo se levantó de su asiento durante cinco minutos y en las que no se apeó ni un segundo de su postura inicial. "Si la vía prioritaria que se había fijado el 11 de marzo era ETA", afirmó, "no hubo ningún dato objetivo que la desvirtuara" hasta última hora del día 13, cuando se tradujo un vídeo reivindicativo. Ni siquiera le pareció relevante la detención de tres marroquíes y dos indios en la jornada de reflexión electoral. Pese a considerarlas un éxito policial, ayer no recordó que le informaran con carácter previo de la nacionalidad de los arrestados. "Me transmiten que hay un hilo del que van a intentar tirar, con detenciones de gente que ha vendido teléfonos móviles y tarjetas. Ésta es toda la información que tengo", dijo.

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Los altos cargos policiales que han comparecido en el Congreso coincidieron en que la tarjeta telefónica hallada en la bolsa sin explotar fue la pista esencial que condujo a los autores de la matanza y que el sábado por la mañana quedaban pocas dudas sobre la participación de ETA. Quien con mayor claridad lo expresó fue el general José Manuel García Varela, ex jefe de Información de la Guardia Civil, quien reveló que, en una reunión celebrada en Interior a las 14 horas del 13 de marzo, y a la que asistió el ministro, se informó de la inminente detención de tres marroquíes y dos españoles de origen indio. "Eso lleva ya a la teoría prioritaria del extremismo islamista", concluyó. Pese a ello, Acebes insistió en la rueda de prensa celebrada inmediatamente después: "ETA es la prioridad en la investigación".

El ex ministro no supo precisar si tal reunión tuvo lugar, pues sólo recordaba haber hablado con el ex secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, aunque a continuación admitió que es posible que el general Varela también estuviera en el ministerio. Para justificar la escasa atención que prestó a este asunto, dijo que esa mañana presidió una reunión sobre medidas de apoyo a las víctimas del atentado y que estuvo preocupado por la muerte en Pamplona de una persona próxima a Batasuna a manos de un policía, en una discusión sobre la autoría del 11-M.

"Había muchas pistas"

Fue entonces, poco antes de su comparecencia pública, cuando se le informó de que "había una tienda en la que se podían detener a unos señores que tenían que ver con la venta de un teléfono y que quienes la regentan pueden tener determinadas nacionalidades, pero no sabían si de ahí podía salir algo o no". "Es que en ese día hay muchas pistas", se justificó.

Según Acebes, las detenciones no indicaban nada sobre la autoría, pues los arrestados no eran "peligrosos terroristas", sino sólo vendedores de los móviles y tarjetas utilizados para activar los explosivos y lo decisivo era saber quién los había comprado, lo que sólo se determinaría después de que prestaran declaración.

Este relato no coincide con el aportado por los responsables de la investigación. La policía ya habló el viernes por la noche con los dos indios propietarios del comercio de Alcorcón que vendieron las tarjetas, pero no obtuvieron datos. Fue el sábado por la mañana cuando confesaron que las habían vendido a un locutorio de Lavapiés regentado por tres marroquíes. Las detenciones se realizaron entre las 15.30 y las 16 horas.

Los cinco detenidos fueron acusados de "colaboración con banda armada", aunque el juez acabaría poniendo en libertad a los dos indios en abril y a dos marroquíes en junio por falta de pruebas. El quinto, Jamal Zougam, sigue en prisión. Acebes informó de las detenciones a las 20.24, cuando la noticia ya estaba en poder de varios medios de comunicación.

Acebes insistió ayer en que sólo a las 18.00 del sábado se cambió el instructor de las diligencias policiales, de un experto en ETA a otro en terrorismo islámico. No obstante, la decisión de cambiarlo se adoptó la noche anterior y el traslado de la Unidad Central de Información Exterior se hizo coincidiendo con las detenciones.

El ex ministro aseguró que la hipótesis de la autoría etarra, que él hizo pública a las 13.30 del mismo 11-M, fue compartida unánimemente por todos los expertos policiales, basándose en los antecedentes. "Estábamos esperando un gran atentado de ETA antes de las elecciones", reconoció.

La cinta con versículos coránicos hallada esa misma tarde en la furgoneta de Alcalá de Henares era, en su opinión, "una cinta como hay miles, que no significa nada", y tampoco le pareció relevante que el explosivo fuera Goma 2 y no Titadyne como se informó erróneamente al principio. A su juicio, cualquier tipo de dinamita avalaba la tesis de ETA y sólo un explosivo casero habría hecho pensar en el integrismo islamista.

Estas declaraciones resultaron contradictorias con la intervención inicial del ex ministro, quien leyó un texto de 11 folios que traía preparado. "En cuanto se constató la existencia de una cinta con caracteres árabes", dijo, "el Gobierno abrió la línea de investigación sobre un atentado del islamismo radical y comunicó a la opinión pública esa posibilidad". Pero en la rueda de prensa en la que dio cuenta de la cinta, a las 20.20 del 11-M, no habló de "islamismo radical", sino de otras vías de investigación a las que se negó a poner "nombre o apellido".

El ex ministro reconoció que el "modus operandi" del 11-M no coincidía con el de ETA, como hizo notar el ex comisario general de Información Jesús de la Morena, pero sostuvo que eso no le llevó a pensar en el integrismo islámico, sino en la posibilidad de que fuese obra de una "ETA no convencional", de un sector minoritario de la banda. Esta hipótesis no ha sido sostenida por los expertos policiales que han pasado por la comisión, como tampoco la de la supuesta colaboración entre ETA y grupos islamistas, en la que insiste el PP. Acebes pidió ayer que se investigue "el alcance real de la sombra de ETA que aún planea sobre aquellas horas".

Acebes, acompañado por Zaplana, a su llegada al Congreso.
Acebes, acompañado por Zaplana, a su llegada al Congreso.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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