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Las autoridades de Rabat elogian la actitud del Ejecutivo español en el conflicto del Sáhara

El primer ministro marroquí agradece que el Gobierno descarte el referéndum

Aquellas autoridades marroquíes que no reciben a la prensa extranjera, y aquellas más proclives a ese tipo de contactos, abrieron todas sus puertas de par en par a finales de esta semana para agradecer públicamente al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero su actitud en un tema crucial para Marruecos: el Sáhara Occidental. "Apreciamos mucho los esfuerzos de países amigos como España y sus últimas iniciativas", insistió el primer ministro, Driss Jettu. El Gobierno español apuesta por una solución en el marco de la ONU y descarta un referéndum.

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Nabil Benabdala, el ministro de Comunicación marroquí, tuvo que convencer a varios de sus homólogos, como el titular de Interior, Mustafá Sahel, para que accediese, por primera vez, a recibir a la prensa española. Al final todos dieron su brazo a torcer. En el quinto aniversario de la entronización del rey Mohamed VI, y durante 48 horas, un reducido grupo de periodistas pudo entrevistarse con ocho de los principales dirigentes nombrados por el monarca.

Driss Jettu, el hombre que en plena crisis con España más luchó por enderezar la relación bilateral, fue uno de los anfitriones más cordiales. Acogió a sus huéspedes en su casa particular de Rabat y, al término de la reunión, les acompañó hasta la puerta sin departirse nunca de la sonrisa pese algunas preguntas incómodas. "Era como si saborease su éxito tras el trago amargo que supuso para él la tensión hispano-marroquí", dijo un funcionario marroquí.

Entre zumo de kiwi y de sandía, Jettu recalcó que "no habrá marcha atrás en Marruecos", un país que quiere alcanzar los "estándares democráticos de Europa y de España". Rehusó evocar los incidentes del pasado, empezando por el del islote de Perejil. "Eso es historia", aseguró. "Ahora debemos concentrarnos en el momento extraordinario que atraviesa nuestra relación".

En una estancia repleta de empresarios marroquíes y españoles, que simbolizan la buena marcha de los intercambios comerciales, Taieb Fassi-Fihri, el ministro adjunto de Asuntos Exteriores, otro personaje poco propenso a recibir a la prensa, se explayó sobre la nueva relación con el vecino del norte. "Lo que ha cambiado es nuestra voluntad común de dialogar sobre todos los problemas y esforzarnos por poneros de acuerdo", afirmó. "Hemos establecido una metodología de trabajo para anticipar las crisis que puedan surgir y abortarlas".

"Observamos con satisfacción", prosigue Fassi-Fihri, "la iniciativa española para intentar, con otros países, y en especial con Francia, ayudar a Argelia, Marruecos y al Polisario a encontrar una solución" al contencioso sobre la antigua colonia española al margen del último plan elaborado por el norteamericano James Baker y unánimemente respaldado por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Hasta el ministro de Interior marroquí alaba "las actividades de países amigos con relación al Sáhara", mientras que su homólogo de Turismo, Adil Duiri, prevé para este año un aumento del 60% de los españoles que visitarán

Consulta "inviable"

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que en abril elogiaba aún a Baker y a su iniciativa, se inclina ahora, a juzgar por las declaraciones del jefe del Ejecutivo en Argel hace dos semanas, por buscar una solución en el marco de la ONU pero prescindiendo de ese plan aceptado por Argelia y el Polisario que tanto disgusta a Marruecos. Un referéndum en el Sáhara es "inviable" en las actuales circunstancias, sostiene la diplomacia española.

El anterior Gobierno español abortó, en octubre de 2001, una iniciativa francesa tendente a acercar a las tesis marroquíes la posición común de la Unión Europea sobre el Sáhara. Fue uno de los detonantes de la cólera real que condujo a Mohamed VI a llamar a consultas a su embajador en Madrid, Abdesalam Baraka. Tres años después, la nueva actitud española estrecha lazos con Marruecos.

El nuevo enfoque español suscita, en cambio, recelos en Argelia y, sobre todo, en el Polisario. El Ministerio de Asuntos Exteriores argelino publicó el martes un comunicado en el que responde, sin nombrarle, a Rodríguez Zapatero recalcando la necesidad de aplicar el plan Baker. Mientras, el Polisario, reitera que España se ha convertido, en el Magreb, en un vasallo de Francia, el principal valedor de Marruecos.

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