Bruselas quiere reducir las ayudas y la producción de azúcar

La Comisión Europea prevé aprobar hoy una propuesta de reforma que busca reducir la producción recortando drásticamente las ayudas. Alega para ello que la situación es insostenible con suculentas ayudas (1.300 millones de euros anuales) que generan excedentes de hasta 5 millones de toneladas. Remolacheros españoles se manifiestan hoy en Bruselas contra una reforma que, dicen, amenaza la existencia del sector.

La UE produce cada año entre 15 y 18 millones de toneladas de azúcar, de las cuales 1,4 millones proceden de España. Los productores tienen asegurada una ayuda europea si no superan la cuota que cada país tiene asignada y que, en su conjunto, no debe sobrepasar los 17,4 millones. Las ayudas garantizan precios mínimos para la remolacha (43,6 euros la tonelada), precios mínimos para el azúcar refinado (632 euros la tonelada) y, además, subsidian la exportación. El resultado es que, por ejemplo, los fondos europeos ponen 3,3 euros en subsidios por cada euro de azúcar que exporta Europa.

De este sistema no sólo se benefician los europeos. También los países ACP (África, Caribe y Pacífico), que gracias a sus acuerdos con la UE venden aquí su azúcar sin aranceles y éste, a su vez, se exporta subsidiado. La reforma reduce todos los conceptos: la cuota total con derecho a subvención (de 17,4 millones de toneladas a 14,6), el precio mínimo de la remolacha (hasta los 27,4 euros), el apoyo a los precios del azúcar refinada (hasta los 421 euros la tonelada) y las ayudas a la exportación (de 2,4 millones de toneladas a 400.000). Como compensación, los agricultores percibirán una subvención única no ligada a la producción para que no abandonen el campo y opten por cambiar de cultivo. Todas las propuestas contemplan periodos transitorios.

La solución no es la que demandan los agricultores, que prefieren el sistema actual, iniciado hace ya treinta años, pero tampoco la que pide Oxfam, que cree que el sistema es demasiado proteccionista y perjudica a países tan pobres como Malawi, Mozambique o Etiopía. Además, un informe de esta organización que la Comisión da por bueno demuestra que la mayor parte de las ayudas (819 millones de euros) se las quedan seis grandes refinadoras europeas, con mucha capacidad de presión contrarias a la reforma del comisario de Agricultura Franz Fischler.

"Creemos que este sistema intermedio por el que hemos optado

[ni dejar las cosas como estaban ni liberalizar por completo] es el mejor para reducir nuestra producción y minimizar el efecto social de la medida", explica el portavoz de Agricultura Gregor Kreuzhuber.