Los autores brasileños muestran en un festival literario la riqueza de sus obras
Escritores y editores de todo el mundo acuden a la cita que arranca mañana en Parati
El desafío más grande del festival literario de Parati es la informalidad. Lo que pretenden los organizadores es que los escritores que se reunirán allí a partir de mañana puedan hablar de libros y literatura en un clima distendido, como si estuvieran en casa. Así que han abierto las puertas de la pequeña ciudad colonial para que los autores de Brasil puedan trasladar a sus colegas que proceden de los más variados lugares del mundo las claves, los conflictos, los desafíos y las dificultades de una literatura riquísima y que no ha conseguido aún romper sus fronteras.
El gran desafío es que los escritores brasileños muestren al mundo la inmensa variedad de su literatura
Caetano Veloso, Mônica Salmaso, Arnaldo Antunes, Uakti y Arto Lindsay celebrarán la obra de Guimarães Rosa
A las seis de la tarde de mañana, con un homenaje a João Guimarães Rosa (1908-1967), el autor de Gran Sertón: veredas (publicado en España en Alianza), el gran renovador de la literatura brasileña (y de la literatura universal), el radical explorador de los recursos de la palabra y el original dilapidador de las estructuras convencionales, el gran referente, en fin, de las letras latinoamericanas, se inaugura la cuarta edición del festival literario de Parati -la Festa Literária Internacional de Parati (FLIP) la llaman ellos-. Hasta el 11 de julio, conferencias, mesas redondas y otra serie de actos y de encuentros de la más variada especie abrirán las puertas de la riquísima literatura brasileña a un montón de escritores que, desde los más diversos lugares del mundo, han sido convocados al paradisiaco enclave colonial. Ian McEwan, Martin Amis y Jonathan Coe (del Reino Unido), Margaret Atwood (Canadá), Paul Auster, Jeffrey Eugenides, Siri Hustvedt e Isabel Fonseca (Estados Unidos), Colm Toibin (Irlanda), Pierre Michon y Geneviève Brisac (Francia), Rosa Montero (España), Pablo de Santis (Argentina), Miguel Sousa Tavares y Lídia Jorge (Portugal) y José Eduardo Agualusa (Angola) son algunos de los autores que han confirmado su visita.
Parati, que en la lengua de los indios tupi significa "pequeño golfo" y que también es el nombre de unos de los peces que más abundan en la zona, tiene 25.000 habitantes, conserva el estilo colonial más puro de Latinoamérica (eso dicen) y está a 240 kilómetros tanto de Río de Janeiro como de São Paulo. Su bahía de aguas cristalinas tiene unas 42 islas, la recorren dos ríos, y las calles empedradas de la ciudad, cuando se ven inundadas debido a las altas mareas, parecen adquirir el aspecto de una atípica Venecia en miniatura.
La idea del festival fue de Liz Calder, directora editorial del sello londinense Bloomsbury. Apasionada por Brasil, y más aún por la pequeña ciudad colonial, pensó que era el lugar idóneo para que se reunieran allí literatos de las más variadas procedencias para hablar de sus cosas. Y puso en marcha esta cita, que se celebra anualmente gracias a una entidad no lucrativa, Associação Casa Azul, que apoya proyectos de desarrollo que se realicen en Parati.
Así que las siglas del festival, FLIP, harán honor a su nombre a partir de mañana, y todo el mundo flipará con el lugar y, seguramente, también con las numerosas propuestas. A eso de las ocho y media de la tarde, la fiesta en torno a la obra de Guimarães Rosa seguirá adelante. Y lo hará con una mezcla explosiva. Sobre un escenario, Caetano Veloso, Mônica Salmaso, Arnaldo Antunes, el grupo Uakti y Arto Lindsay, el músico estadounidense enamorado de Brasil, pondrán un poco de música para celebrar la obra de Guimarães Rosa, marcada por una fuerte vena poética, tan musical siempre en sus más variados registros.
Desde el jueves, y hasta el final del encuentro, no habrá ni pausa ni tregua, pero todo lo que se propone busca un punto de informalidad. De lo que se trata es de que las cosas vayan surgiendo dentro de un atmósfera amable, tocada por la lentitud, marcada más por el placer que por los resultados. El gran desafío es que los escritores brasileños muestren al mundo -a los numerosos escritores, editores, agentes y periodistas que han llegado a Parati de todas partes- la inmensa variedad de su literatura, la riqueza de sus propuestas, la enorme vitalidad del país que habitan.
En el festival estarán algunos de los nuevos prosistas, como Joca Reiners Terron, Marcelino Freire y Daniel Galera. Hablarán algunos de sus poetas -Francisco Alvim, Antonio Cicero e Arnaldo Antunes- y cuentistas -Luiz Vilela y Sérgio Sant'Anna-. Caetano Veloso se acercará al tropicalismo en diálogo con el angoleño Agualusa, el pernambucano Raimundo Carrero hablará con el francés Michon de la cercanía de sus propuestas, Adriana Lisboa discutirá con escritoras de otros países de literatura femenina y Chico Buarque tratará junto a Auster de "la novela dentro de la novela".
Son sólo algunas propuestas de una edición en la que están anunciados autores clásicos de la literatura brasileña actual, como Lygia Fagundes Telles, João Ubaldo Ribeiro y Moacyr Scliar, o en el que participarán humoristas de la talla de Luis Fernando Verissimo, Angeli y Ziraldo.
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