Una alerta sólo 13 días antes del atentado en los trenes

La Subdirección General Operativa de la Guardia Civil ha redactado seis informes relacionados con la amenaza del terrorismo islamista durante el presente año, según la documentación remitida por el Gobierno a la comisión de investigación del 11-M.

De las seis notas, sólo hay una redactada antes de los atentados de los trenes. Se elaboró el 27 de febrero de 2004 y hacía referencia a las elecciones generales y autonómicas andaluzas: "Aunque no se tiene constancia de que grupos terroristas pretendan cometer alguna acción durante la celebración de los próximos comicios electorales, después de los últimos acontecimientos, en especial el atentado de la organización terrorista Al Qaeda contra la Casa de España en Casablanca (Marruecos) el 16 de mayo de 2003, y la presencia de miembros del GIA en centros penitenciarios españoles, no es descartable que miembros afines a estas organizaciones puedan llevar a cabo acciones violentas".

"No se descarta que puedan actuar nuevos elementos integrados en células durmientes"

"Es posible que otro grupo de activistas se motive para realizar otro ataque similar"

Además de esta alerta, hay otras cinco relacionadas con el terrorismo de origen islamista. Son las siguientes:

El informe, elaborado el 18 de marzo de 2004, sólo siete días después de los atentados en los trenes, señala: "A raíz de los últimos acontecimientos vividos en Madrid con el atentado terrorista masivo e indiscriminado que ha causado provisionalmente 201 muertos [al final fueron 190] y más de 1.500 heridos, atribuido al terrorismo internacional dentro del ámbito del islamismo radical y habida cuenta de que a los fastos matrimoniales del Príncipe Felipe está prevista la asistencia de la práctica totalidad de las altas instituciones del Estado y numerosos Jefes de Estado, jefes de Gobierno y miembros de las Casas Reales de todo el mundo, así como una nutrida representación de personalidades del mundo de la cultura, el arte, la política, etcétera, cualquier tipo de acto violento, sabotaje, etcétera, que se pueda realizar en este entorno produciría una repercusión a nivel mundial de unas dimensiones desorbitadas, por lo que se considera que el nivel de riesgo de que pueda producirse alguna acción violenta, de sabotaje o de tipo terrorista, contra la celebración de la boda real o cualquier otro acto relacionado con el evento, por parte de algún grupo terrorista de los que integran el entramado del terrorismo islámico dentro del terrorismo internacional es MUY ALTO".

El 7 de mayo de 2004, un mes antes de la celebración de las elecciones al Parlamento Europeo, se redactó el siguiente informe:

"Los riesgos derivados de la posible actuación en nuestro país de células vinculadas al terrorismo internacional, en su ámbito islamista radical, se mantienen. Las circunstancias que los originan no sólo no se han erradicado sino todo lo contrario; la situación se ha decantado claramente como una amenaza grave a la seguridad de nuestro país. En cuanto a la situación en la península, la tendencia de los indicadores apunta hacia una evolución negativa, donde no se resuelven los problemas de marginalidad existentes, más bien, se registra un aumento paulatino de las personas sin coberturas sociales que pueden ser utilizadas por las organizaciones terroristas para reclutar a futuros miembros.

Los atentados sufridos en Casablanca pusieron de manifiesto que estos hechos se podrían producir en cualquier lugar del mundo, puesto que los únicos elementos que los terroristas necesitan para ejecutarlos son la motivación suficiente de sus elementos, la elección de cualquier objetivo y el acceso a los medios necesarios para realizarlos.

Dado el gran número de grupúsculos no integrados como células terroristas pertenecientes a una organización definida, la amenaza más grave podría derivarse de la actuación individualizada de estos sujetos por cuenta propia. Esto sucede porque muchos de estos activistas lo que hacen es responder a la llamada a la yihad, por lo que no necesitan recibir una orden directa para llevar a cabo un ataque, simplemente se limitan a actuar cuando tienen la oportunidad y capacidad suficiente para ello (...).

En el 11-M podríamos estar ante un grupo de carácter local que inspirado y dinamizado por Al Qaeda abrazara las tendencias del islamismo radical y buscara su motivación de actuación en los conflictos en diferentes países, como en Afganistán o Irak.

En base a este perfil, el desarrollo previsible de las actuaciones podría derivar, si no se considera alcanzado el objetivo todavía, hacia una sucesión de ataques del que el 11-M sería el primero, dando continuidad a su actuación, perpetrados por algunos de los implicados huidos.

Por otra parte, es posible que otro grupo de activistas de corte islámico, ante el éxito alcanzado en la realización de este atentado, se motiven para realizar otros ataques de manera similar y espontánea, a modo de copia o continuación de la yihad.

Habida cuenta de que tres días antes de las últimas elecciones generales celebradas en nuestro país se llevaron a cabo los atentados contra los trenes de cercanías, con el resultado ya conocido por todos, se evalúa el evento como de alto riesgo". (El contenido de esta nota se repite, con ligeras modificaciones, en otras dos relacionadas con la Operación Verano 2004 y las vacaciones estivales de los Reyes de España, del 9 y del 14 de junio, respectivamente).

"La implantación de Al Qaeda en Europa es un hecho constatado, no hay duda de que ha encontrado en territorio europeo una base apropiada para preparar algunas de sus acciones más notorias. Un elevado número de sus militantes en Europa son inmigrantes musulmanes, de primera y segunda generación, procedentes del norte de África, a los que hay que añadir un cierto número de musulmanes originarios de otros continentes, de los cuales entre 2001 y 2004 se estima que han sido detenidos más de 400 militantes y se cree que un número importante permanece operativo en Europa.

El hecho de que España se haya convertido en un tradicional lugar de paso de multitud de inmigrantes originarios del norte de África en periodo estival, puede ser aprovechado por estas organizaciones terroristas para llevar a cabo, bien en el desplazamiento inicial o en el posterior regreso, actividades de introducción de elementos terroristas, enlaces, material, etcétera.

(...) Los numerosos asentamientos de personas originarias del Magreb así como, en menor medida, de palestinos y paquistaníes hacen que sus actos religiosos lleguen en gran medida a la población y deriven en posibles enfrentamientos que afecten al normal desarrollo de la Operación Paso del Estrecho (...).

La salida de las tropas españolas de Irak y la posición adoptada por el actual Ejecutivo español sobre ambos conflictos parece que han disminuido los riesgos de comisión de un nuevo atentado en nuestro país. No obstante, no se descarta que puedan actuar nuevos elementos integrados en las llamadas células durmientes. Las recientes detenciones en Bélgica e Italia de nuevos implicados en los atentados de Madrid no hace más que confirmar que cualquier país de Europa sigue siendo objetivo terrorista".