España tratará de reducir un 0,4% la emisión de gases hasta 2007

España intentará reducir entre 2005 y 2007 en un 0,4% la emisión de gases de efecto invernadero para cumplir con Kioto en 2012. Según el borrador del Plan de Emisiones, presentado ayer por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, en 2012, las emisiones de gases superarán en un 24% las cifras de 1990. Como Kioto obliga a limitar el crecimiento al 15%, la diferencia (9%) se obtendrá con compra de derechos en otros países.

Tras siete semanas de trabajo y después de intensas negociaciones entre Medio Ambiente y los ministerios económicos (Economía e Industria), la ministra Cristina Narbona, presentó ayer el borrador del Plan Nacional de Asignación de Emisiones que deberá estar cerrado y presentado en Bruselas el próximo 1 de agosto.

El gran objetivo es cambiar la tendencia que ha llevado a España a superar en 2003 en un 40,3% las emisiones de 1990 e iniciar una senda de recorte que permita al país cumplir con el acuerdo firmado en 1997, es decir, limitar el crecimiento de los gases de efecto invernadero a un máximo del 15% sobre los niveles de 1990.

España cumplirá ese compromiso acudiendo a todos los mecanismos que permite la normativa comunitaria. Así, aunque según el Plan de Asignación, España superará en 2012 en un 24% la cantidad de gases lanzada a la atmósfera en 1990, cumplirá formalmente con Kioto generando derechos en el exterior (fundamentalmente en países de América Latina y del Este de Europa) mediante la inversión en proyectos limpios (Mecanismos de Desarrollo Limpio) y de repoblación forestal (sumideros de CO2).

Cómputo global

Esos proyectos permitirán restar del cómputo global de gases emitidos hasta un 9% y facilitarán cumplir formalmente el Protocolo. En cifras, según explicó el responsable del Plan en el Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo, el coste de generar derechos será de unos 500 millones de euros, resultado de adquirir 20 millones de toneladas de CO2 anuales durante cinco años a un coste de cinco euros por tonelada.

El Plan, según explicó Narbona, reparte los esfuerzos de contención entre los sectores obligados por la norma europea (eléctricas, refinerías, siderúrgicas, cemento, vidrio y cerámica y papeleras) y los no incluidos, fundamentalmente transporte y sector residencial. El límite de gases que podrán emitir en conjunto se establece en 398,1 millones de toneladas anuales en los tres próximos ejercicios, lo que supone un recorte del 0,4% respecto a las cifras de 2002.

Para los sectores incluidos en la directiva, la previsión de emisiones es de 161,25 millones de toneladas anuales (2,7% menos que en 2002). De ellas, 86,4 corresponderán al sector económicamente más sensible, el eléctrico. Éste será el que tendrá que realizar el mayor esfuerzo de contención. El Gobierno ha tenido buen cuidado en no perjudicar en exceso al sector industrial, muy sensible a los posibles efectos del Protocolo de Kioto en sus resultados. Así, al resto de sectores incluidos en la normativa comunitaria les adjudica 74,8 millones de toneladas anuales de CO2, lo que supone entre el 93% y el 100% de lo que cada subsector demandaba. Todos ellos podrán emitir más de lo que emitían.

A las industrias se les permitirá, además, gestionar de forma conjunta sus derechos (pooling), de forma que podrán compensar excesos y defectos en sus instalaciones. Esa posibilidad se rechaza, de forma rotunda, para las eléctricas, de forma que cada empresa tendrá que gestionar sus derechos por separado.

El Plan tampoco permitirá que los derechos no utilizados en el periodo 2005-2007 (un periodo de prueba antes de la entrada en vigor del Protocolo, en 2008) se acumulen para el siguiente periodo. Pero todo el Plan de Asignaciones depende de la contaminación que se consiga reducir en los denominados sectores difusos

(transporte y residencial), para los que el Plan, sin detalles, prevé un recorte de emisiones de 52 millones de toneladas entre 2005 y 2007.