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Ecologistas y pescadores piden cuotas para las granjas de atún

El número de ejemplares del Mediterráneo ha caído un 80% en 30 años

La organización ecologista WWF / Adena y cofradías de pescadores pidieron ayer que se paralice la implantación de granjas de engorde de atún en el Levante español y una cuota específica para estas instalaciones. Las granjas de atún capturan ejemplares para engordarlos, algo que, según los ecologistas, rompe el proceso reproductivo y diezma la especie. Por otra parte, la organización ecologista Oceana pidió ayer el fin de la pesca de arrastre.

Las granjas de atún no crían ejemplares, sino que los capturan -mediante barcos de cerco- y los mantienen en jaulas frente al litoral. Allí los alimentan para engordarlos, con lo que los ejemplares no se pueden reproducir, según un informe presentado ayer por WWF / Adena. Esas capturas se efectúan, según Raúl García, responsable de pesquerías de esa organización, "sin control de cuota ni talla", pues los atunes pasan del barco a las jaulas y de éstas, tras el engorde, al mercado exterior.

El estudio indica que "la población de atún rojo ha descendido en un 80% en las últimas tres décadas" y que en 2000 la mortalidad en las pesquerías fue "2,5 veces superior a la máxima compatible con una adecuada reproducción de la especie". Los pescadores denuncian que la flota de cerco y las granjas han monopolizado el mercado y puesto en peligro las artes tradicionales de pesca, como la almadraba, palangre o caña, de las que viven miles de familias en el litoral mediterráneo.

Una de las medidas de control necesarias, según Jacinto Insunza, de la Federación Nacional de Cofradías de Pesca, sería que las capturas "pasen siempre por la lonja". En el litoral español hay unas 11 granjas, la mayoría en Murcia. España es el primer exportador mundial de atún rojo (más de 6.000 toneladas en 2003).

Pesca de arrastre

La pesca de atún tiene otro problema: cuando se utilizan técnicas de arrastre, por cada tonelada de atún se pescan y tiran 100 kilogramos de otras especies, según un informe sobre la destrucción causada por los arrastreros de la Fundación Oceana, presentado ayer. Sólo en el Mediterráneo operan 5.000 arrastreros de la UE. En el Atlántico actúan otros 7.000.

Este sistema de pesca no es selectivo. La proporción de devoluciones al mar alcanza el 24% del total, según la Agencia de la ONU de la Agricultura y la Alimentación (FAO). Además, la explotación de los caladeros hace que se incorporen técnicas que llegan cada vez a mayor profundidad, y que incluso actúen sobre los arrecifes de coral.

El récord en destrucción lo tiene el arrastre de gambas y crustáceos. Por cada kilo capturado se tiran al mar otros 15. El impacto de este sistema "es mucho mayor que el de la pesca con dinamita", dijo el presidente de Oceana Europa, Xavier Pastor. Sin embargo "la UE no sólo permite que se utilice, sino que lo ampara y lo exporta", añadió. Oceana pide su paulatina desaparición.

Izado de atunes, tras su sacrificio, en una granja de engorde en Murcia.
Izado de atunes, tras su sacrificio, en una granja de engorde en Murcia.IFREMER

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