Catástrofe total en 'El día de mañana'
El director Roland Emmerich narra el deshielo del planeta debido a los cambios climáticos
Ha decidido llevar al espectador al límite, y en El día de mañana le embarca en una angustiosa aventura. Especializado en cine de catástrofes, Roland Emmerich (Stuttgart, Alemania, 1955) se sitúa en el borde del precipicio al arrasar el hemisferio norte del planeta como consecuencia de los constantes cambios medioambientales.
Emmerich, según declaró a su paso por Madrid ante un grupo de periodistas, asegura que conoce bien el funcionamiento de Hollywood y que le gusta hacer cine con grandes efectos especiales. "Sé lo que quieren, lo que me ofrecen y lo que quiero yo. En Hollywood puedo estar sentado esperando y son ellos lo que vienen a ofrecerme proyectos, y eso me gusta. La verdad es que me gusta mucho", afirma el director de filmes de gran éxito como Independence day o Godzilla, con recaudaciones multimillonarias en dólares. Emmerich es considerado uno de los grandes cineastas de catástrofes y también uno de los mayores expertos en efectos especiales. "Existe una fórmula para que los efectos no se superpongan al argumento y es encontrar el equilibrio. El día de mañana sitúa los grandes efectos especiales al principio para después ir avanzando en los encuentros entre los protagonistas".
"Hay detrás mucha investigación, hay muchos datos reales y científicos"
En la nueva película, que llega hoy a las pantallas españolas, el director sumerge el planeta en una nueva era glacial y los protagonistas se adentran en una aventura de la que tendrán serias dificultades para poder salir. Emmerich mezcla en este filme los ingredientes necesarios para que el espectador se sujete a la silla: terror, angustia y algunas dosis de melodrama. El director señala que se ha formado con el cine de Steven Spielberg y George Lucas.
Durante el encuentro con la prensa habla del Gobierno y de la política del presidente Bush en materia medioambiental. "El Gobierno que está en el poder en Estados Unidos es muy raro: por un lado, dicen que el calentamiento global del planeta no representa una amenaza y, por tanto, ellos no asumen responsabilidades. Sin embargo, luego investigan y ven las constantes amenazas y hacen todo lo posible por mantenerlas en secreto. No es que sean malos, pero creo que deberían gobernar con más eficacia y sinceridad. Bush es un político que ha traído demasiadas cosas malas y espero que la película sirva para que no vuelva a ser elegido presidente de Estados Unidos", dijo Emmerich.
El director vuelve a hablar de cine y afirma que le interesan mucho las situaciones extraordinarias: "Me apetece llevarlas a la pantalla e involucrarme en ellas. Es el tipo de cine que quiero realizar profesionalmente". Dennis Quaid, protagonista de El día de mañana, interpreta a un científico que observa cómo un bloque de hielo se desgaja de la masa de hielo de la Antártida. Ése es el punto de partida de una cadena de fenómenos naturales inauditos y extraños. Además, Tokio se ve amenazada por una intensa lluvia de granizo de bolas más grandes que una naranja. La ciudad de Los Ángeles es destrozada por una serie de huracanes y en Nueva York una ola gigante deja parte de la ciudad bajo las aguas a la espera de la tormenta que se avecina y que hará que la Tierra sufra una segunda glaciación.
Emmerich habla de sus deseos cinematográficos y de las razones que le llevaron a involucrarse en un proyecto como El día de mañana."Una vez que rodé Godzilla, quería hacer un cine diferente y por eso dirigí El patriota. Más tarde leí el libro La llegada de la gran supertormenta global, que hablaba de cambios climáticos muy radicales y de las decisiones políticas que provocaban y me gustó. Cuando comencé a rodar El día de mañana, la primera imagen que grabé no tuvo nada que ver con los efectos especiales. La cámara rodó el momento en el que los ciudadanos norteamericanos se convierten en inmigrantes ilegales camino de México. Cuando rodamos la película coincidió con la ola de calor en Europa del pasado año que provocó numerosos muertos y en algún instante tuve la sensación de estar realizando un documental", añade.
A pesar de que El día de mañana no es un documental, Roland Emmerich y su equipo hicieron toda una serie de investigaciones para comprobar la verosimilitud de la historia que querían llevar al cine. "Hablé con científicos durante la elaboración del guión y también durante el rodaje. Las ideas básicas son reales, aunque no en el tiempo en el que suceden ni el ritmo. En la película ocurre todo muy rápido y si sucediese de verdad todo sería mucho más lento. Detrás de la película hay mucha investigación, muchos datos reales y científicos".
Babelia
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