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Gutiérrez Menoyo reclama un "espacio legal" para hacer oposición en Cuba

La primera sesión de la III Conferencia La Nación y la Emigración, que reúne desde ayer en la Habana a funcionarios del Gobierno cubano y alrededor de 450 representantes del exilio más moderado, estuvo marcada, como era de rigor, por las críticas a las últimas medidas anunciadas por la Administración de George W. Bush para endurecer el embargo y "acelerar" una transición hacia la democracia en la isla. "Su enfrentamiento debe ser hoy la principal prioridad de todo el que se sienta cubano", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, al inaugurar el encuentro.

A este asisten líderes y miembros de los grupos del exilio más conciliador, algunos de los cuales, como la Brigada Venceremos, que dirige Andrés Gómez, o la Alianza Martiana, de Max Lesnic, defienden abiertamente en Miami muchos puntos de vista del Gobierno cubano. Una de las pocas voces incómodas en la Conferencia, que concluye mañana, es la del ex prisionero político y líder de Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez Menoyo, quién anunció que, con independencia de su repulsa a las medidas de Bush, estos días reclamará "un espacio legal para hacer una oposición independiente" en la isla.

Al inaugurar la reunión, Roque recalcó que "el bloqueo económico y la política de agresión contra Cuba constituyen hoy el mayor obstáculo a la normalización plena de relaciones con la emigración"; y a partir de ahí, dejo sentadas cuales son los límites y las reglas del juego: "el derecho a llamarse cubano depende" de si se está a favor de una Cuba "viril, libre e independiente", dijo, o por el contrario de si se es partidario del anexionismo y de los nuevos planes "injerencistas" de Bush.

Tras el discurso de Roque, el Parlamento cubano, en un "gesto de paz y de buena voluntad", otorgó la ciudadanía cubana a siete ex miembros de la Brigada 2.506 que participaron en la frustrada invasión de Bahía de Cochinos en 1961. La resolución oficial afirma que se les entregaba el pasaporte "por su conducta dirigida a la defensa de Cuba y a la normalización de las relaciones entre Nación y Emigración".

Para Menoyo, un ex comandante guerrillero que pasó 22 años en la cárcel por alzarse en armas contra Castro, el mismo título de la Conferencia contiene un error de base: "¿Quién ha dicho que emigración no es nación. Nación somos todos", afirmó. El opositor, exiliado desde 1987 en Miami, se quedó en Cuba el año pasado durante un viaje de vacaciones y exige que se le otorgue un estatus jurídico para residir en su país. También se mostró crítico Menoyo con uno de los temas a debate, las inversiones y negocios de los exiliados en Cuba, pues, dijo, a quien se debe dejar invertir es a los cubanos que residen en la isla y que ahora tienen las manos atadas.

Ayer los debates se centraron en el análisis de las últimas medidas de la Administración Bush, que incluyen limitar los viajes de los exiliados y el dinero que pueden gastar en la isla, y han sido también criticadas por la disidencia interna, excluida del encuentro. Roque reiteró que, a partir del 1 de junio, se eliminará el "permiso de entrada" que los emigrantes y exiliados debían obtener hasta ahora para visitar su país (a partir de ahora bastará con poseer el pasaporte "habilitado") y anunció que, en breve, su Gobierno adoptará medidas para hacer "más expeditos y seguros" los tramites aduaneros, una de las viejas reclamaciones de los emigrantes.

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