Los empresarios argentinos condenan el ataque contra Repsol

Las Asociación Empresaria Argentina (AEA), la cámara que representa a las compañías más importantes del país, advirtió ayer al Gobierno argentino de que los ataques y episodios de violencia registrados en las últimas semanas contra instalaciones y sedes de empresas -entre las que se encuentra la de la petrolera Repsol YPF- "generan un clima enrarecido que atenta contra la recuperación de la economía y la confianza en el país, a la vez que desalientan todo tipo de inversiones".

El comunicado oficial fue difundido el jueves por la noche, al día siguiente de que un grupo de choque desprendido de la movilización de piqueteros del Movimiento Teresa Rodríguez, que marchaba hacia la Plaza de Mayo, destrozara las cortinas metálicas de la sede central de Repsol YPF y arrojara dos cócteles molotov. Los manifestantes, encapuchados y con palos, rompieron los vidrios de la puerta y las ventanas del frente del edificio.

Nunca antes, desde que se creó en septiembre de 2002, la AEA se había dirigido en términos tan duros al Ejecutivo. El documento, titulado No debemos consentir la violencia, recuerda al Ejecutivo que "la complacencia con la violencia" llevó al país "a trágicos resultados en el pasado" y reclama la aplicación de la ley "contra aquellos que violan las más elementales normas de convivencia social, amenazando las vidas de personas inocentes". Los portavoces del Ejecutivo insisten en que el Gobierno no ordenará la represión de las protestas pacíficas.

Luis Pagani, presidente de Arcor, la mayor empresa de alimentos y golosinas del país, preside la AEA. En conjunto se calcula que las empresas facturan cerca de 30.000 millones de dólares al año.