Jueces, fiscales y policías piden la creación de un banco genético de detenidos

La Comisión Provincial de Coordinación de la Policía Judicial (integrada por el presidente de la Audiencia de Madrid, el fiscal jefe, el juez decano y los principales mandos de la Policía Judicial y la Guardia Civil) ha pedido que se "potencie la reseña biológica de detenidos", lo que supone en la práctica crear un banco de datos que se nutriría con la información genética obtenida de los detenidos por la Guardia Civil y la policía. Esta nueva base de datos serviría para perseguir con mayor eficacia a los criminales habituales, según fuentes judiciales.

La Policía Científica llevaba tiempo pidiendo a las autoridades judiciales que apoyasen y facilitasen la creación de un banco genético único donde introducir reseñas biológicas de todas las personas detenidas con vistas a, si vuelven a delinquir, disponer de una base de datos con pruebas que permitan capturarles más rápido.

"Estamos ya en una sociedad en la que la delincuencia más agresiva y especializada actúa con pasamontañas y casi no deja rastros en sus crímenes", señala Pedro Martínez, teniente fiscal de Madrid.

Se trata de poner los medios para que las fuerzas del orden funcionen de forma similar a la que emplean los agentes de la popular serie televisiva CSI. Son muchas las violaciones que se cometen en Madrid, cerca de medio millar el año pasado. No es infrecuente que los autores de estos delitos reincidan. A vaces, el problema es probarlo. Si, por ejemplo, un violador ha sido detenido y su huella genética quedase inscrita en el citado banco, los investigadores lo tendrían fácil si reincidiese.

Modalidades delictivas

Bastaría tomar una muestra de material genético del violador en la ropa de la víctima, aislar el ADN obtenido y comprobar si el mismo se corresponde con la huella genética de alguna persona que haya estado detenida. Y no sólo serviría para casos de violadores; su utilidad es múltiple y abarca gran parte de las modalidades delictivas que generan más inquietud.

"Pongamos, por ejemplo, el caso de los aluniceros", explica Martínez. "Cuando embisten con coches los escaparates de los comercios, no van a cara descubierta; lo hacen con pasamontañas y las cámaras captan el coche y las siluetas de los autores, pero no quedan grabados sus rostros. Si la policía dispusiese de sus huellas genéticas, porque han estado detenidos en alguna ocasión, resultaría más fácil arrestarles; bastaría con analizar exhaustivamente el lugar y descubrir si en el suelo o en el escaparate ha quedado alguna huella genética; por ejemplo, un pelo, un trocito de piel o una gota de sudor. Y es fácil que haya algún rastro, porque es díficil estar en un sitio y no dejar en él alguna reseña biológica; bastaría, pues, con analizarla y compararla con alguna de las archivadas", destaca.

En la actualidad, tanto la policía como la Guardia Civil disponen, cada cuerpo por su lado, de reducidos bancos con reseñas genéticas. Pero son pocas las inscripciones y, además, llevan mucho tiempo paradas: apenas se nutren de muestras de algunos detenidos que han cometidos fechorías graves y a los que, una vez detenidos, ha habido que extraer necesariamente el ADN para que no hubiese ninguna duda de que estaban implicados en determinados delitos. Pero se les extrae el ADN sólo cuando ya existen otra serie de indicios sobre ellos; por ejemplo, el violador que es detenido tras ser reconocido por su víctima. Aparte del reconocimiento, se le toma una muestra de ADN para ver si coincide con el del semen u otro resto biológico (un cabello) hallado en la víctima.

Ahora, la idea de las principales autoridades judiciales y policiales de Madrid es ir mucho más allá. Se trata de crear un banco único que usarían conjuntamente Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía, y que se nutriría de los detenidos que cada cuerpo efectúe.

El acuerdo de potenciar un único banco de reseñas genéticas fue adoptado en la última reunión que celebró la citada comisión el pasado 10 de febrero. La decisión fue ratificada por el presidente de la Audiencia de Madrid, Francisco Vieira; el fiscal jefe, Manuel Moix; el juez decano, José Luis González Armengol; Enrique Ulla, jefe provincial de la Brigada de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía, y Javier Rogero, capitán jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil. Los miembros de la comisión acordaron, literalmente, según figura en el acta de la reunión, "potenciar la reseña biológica de detenidos, tema que se halla parado y que", subrayan, "sería un banco de datos excelente".